19 de agosto de 2009

Ya estoy reconciliada con el freelance y otros temas de gran importancia


Sencillamente, en un viaje exprés a Querétaro, me di cuenta de que es mil veces mejor que los horarios castigadores de las empresas. De todos modos pierdes el tiempo. De todos modos esperas desde las 11 de la mañana, con un ansia loca y estúpida, la hora de la comida. De todos modos, después de la comida, te sientas somnoliento frente a la computadora y tu cerebro se desconecta, se deja ir, entra en un estado catatónico apacible y despreocupado. Trabajas con los músculos contraídos porque dormiste mal y poco. Ves a tu jefe y te dan ganas de apuñalarlo, porque después de todo, su trabajo es vigilar que seas productivo y estés haciendo
algo constantemente.

De todos modos, todos trabajamos lo mismo. Todos tenemos fechas límite, y entregamos el trabajo hecho sin importar los desvelos, las inyecciones cafeínicas (o heroínicas), y los tiempos perdidos en esos estados catatónicos. La diferencia es que el empleado de oficina los padece frente al monitor o la máquina de cafés o sentado en el baño con los pies alzados para que nadie lo vea. Y los frilanseros, ja: los frilanseros los empleamos frente a la televisión. O en un parque. O en un Burger King. O en una clínica de rehabilitación.

***

Como les decía, estuve en Querétaro. Tenía objetivos muy claros: ir a la graduación de Fanny, que por fin ya es cocinera profesional (gastrónoma, pues), y arreglar lo de mi titulación.

En lo segundo, como siempre, me hicieron dar 54,9 vueltas alrededor del campus, persiguiendo documentos puñeteros aquí y allá. O esperando a las secretarias/encargadas de biblioteca, que como buenas asalariadas, son impuntuales e ineficientes. Luego tuve que ir al periódico de mis prácticas profesionales por una puñetera firma: por supuesto, mi ex jefe no estuvo sino hasta la tercera vez. Sentí escalofríos nomás de caminar por esa hórrida calle, repleta de bodegas de azulejos y albercas.

Ese jueves nos tomamos unos martinis, y luego procedimos a seguir matando neuronas con el ya desaparecido bloguerísticamente Calleja. Esto lo cuento porque surgió un chiste estúpido que hemos repetido ad nauseam en Twitter, y que no es gracioso a menos que hayas estado ahí.

Sentados en el jardín de su casa, mi amiga María vio una lucecita en un árbol. Como hasta entonces habíamos estado filosofando barato, reacción lógica de la ingesta de sustancias ilegales, María reaccionó rápido:

- ¿Es eso una lucecita que está parpadeando desde el farol de la calle... o es el diablo?

Lo dijo con tanta seguridad en sus palabras, con una irrefutabilidad tan evidente, que todos coincidimos en que si no era la luz,
forzosamente tenía que ser el diablo. Sólo eran dos opciones: un efecto natural o el mismísimo Belcebú.

A partir de ahí, de la deformación de una broma, le dimos al DIABLO una entonación de gringo explicándole algo inexplicable a un mexicano. ¡Es EL DIABLOU! Y desde ese momento, y hasta la fecha, hemos pasado casi 36 horas totales riéndonos del asunto. Es increíble cómo una broma puede durar tanto tiempo, casi sin alteración, y renacer en el momento exacto en que ya estaba muerta. Tres horas después, cuando alguien se quedaba callado, era pertinente preguntar si eso era el silencio.. O EL DIABLOU.

El viernes tuve una mañana difícil. Me había quedado sin un peso en la bolsa, y tuve que despertar a Fanny para que me prestara ¡1oo pesos! para sacar mis cartas de no adeudo a la biblioteca. En el camino, llamaba a mi "pagador" para que me pagara, pero no me contestaba. Me daba de topes contra todas las paredes de mi antiguo recorrido a la facultad. Veía niños y me daban ganas de patearlos. Veía parejas y me daban ganas de desollarlas. Veía hot-dogs y me daban ganas de comérmelos.

En la universidad, por supuesto, nadie trabaja antes de las 1o de la mañana. Di vueltas absurdas, hablé con una secretaria y le comenté que la ineficiencia de la burocracia era pasmosa, y al hacerlo las lágrimas rutilantes estaban al borde del derrame. Avergonzada, corrí a refugiarme en el único sitio que siempre me ha aceptado con los brazos abiertos: el internet.

Me enteré de una gran noticia.

Finalmente, pude resolver el absurdo. Me titulo antes de que acabe el año, como 18 meses después de lo que tenía proyectado. Mi plan maligno e infantil de titularme antes que todos mis compañeritos, con el único fin de chingarlos simbólicamente, se fue al caño en el momento en que casi la totalidad se tituló antes que yo. Pero no me importa, porque yo tengo un... líquido para limpiar lentes de armazón.

El sábado fui a sacarme unas fotos ovales, y luego vagué por el centro (previendo el pandemonium en casa de Fanny, donde había casa llena). Fue un paseo reparador. Querétaro me gusta muchísimo en tanto que cada esquina y cada calle me trae un recuerdo específico de la adolescencia. Sin embargo, hay tanto que no me gusta de esa ciudad. Hay tanto que me hubiera gustado no vivir ahí. Hay tantos anuncios mal escritos, tantos camiones que en algún momento me tiraron en alguna avenida (verídico), tantas distancias qué recorrer para tomar un transporte público, tantas reminiscencias de la pobreza universitaria y las comidas de cartón.

La graduación fue bonita. Bebimos y comimos como reyes (o como invitados de graduación de estudiantes de Gastronomía, que se le asemeja). Nos burlamos de la gente, para anticiparnos a las burlas de la gente, y bailamos desde nuestro lugar. Al salir, la pose DEL DIABLOU:



Hace mucho que no escribía posts tan pormenorizados de mis actividades. Otro logro: vencí un nuevo paradigma alimenticio, y comí pancita. No vomité.

Finalmente, fue un buen viaje. Pensé en muchas cosas. Todo este mes ha sido de replanteamientos muy grandes, que empezaron con un post iracundo (¡hola, rechazados de la UNAM!) y culminaron en una de las acciones más abominables que he cometido (¡hola, flaggeo innecesario!). Es como cuando uno tiene la certeza de que es horrible, y luego lo comprueba, y luego piensa que no, pero luego otra vez lo piensa... y al mismo tiempo reconsidera sus afiliaciones políticas, sus creencias e ideologías, y mientras tanto se da la oportunidad de probar platillos como la lengua en escabeche y el caldo de pancita.

De ahora en adelante, hay muchas cosas qué demostrar.






¡EL DIABLOU!



17 comentarios:

D´Maurice dijo...

Parece que aqui para ser el primero en escribir un comentario uno no se tiene que apurar como en el Blogg de Neb.

Parte medio dia parcialmente suave.

Despues de un comentario grosero y una frase que no entenderas.

-Deseo que este bien.

El Tipo dijo...

Te lo concedo.

Eres una gran persona.

Unicornio dijo...

"Never (de limón la never), en el ámbitou de los conflictousss humanousss, tanta gente le debióu Tantou a tan pocous...
...freelancers, and caldosous platous de pancita, mondongou o menudou!!!

(Frase, completada, atribuida a Sir Winston, pero seguramente plagiada de un Gringou en Méxicou, después de no comer en dos días en el Valle del Silenciou... perdón, Silencio y llegar a tragar en bola (literalmente) un caldo con Callo, Libro y Cacarizo y Tortillas recién hechas... la Gloria de la Repetición!!!)

Festejo vuestra queretana celebración. Y vuestra pronta titulación. Y la muy noble y muy leal incursión en el mundo de la pancita con limón y tortillas del comal (porque... ¿fueron del comal, no?). Y que me hayas despertado con enormes, pero enormes ganas de satisfacerme...
yendo al mercado a empujarme un pavoroso plato de pancita, con más libro que cacarizo, but of course!!

Gracias. Muchas. Y buen provecho!

Antojadizamente, te desea un excelente día,

el extortista, ¡digou!,
el exorcista Caballitou con Cuernou (tengo hambre... ¿se nota?)...

P.D. Lo del diablou... fue por ponerse "moños" con los dedos en la frente. O sea, son las "demoño en la frente"??? Está bien. Perdón. Fue un PÉSIMO chistorete. Ya me voy. Por la pancita.

Mike dijo...

Y que, te gustó la pancita? La probarás de nuevo?

YIZUS dijo...

Ahh, que linda es la marihuna...

Que es la pancita?

Hermes dijo...

pandita y burocracia!!!! esa es una buena combinacion!! :P hace fun, baee ;)

ZuGab dijo...

¡Tienes razón con lo del freelance! No lo había pensado asi, mientras tu puedes bloggear sin miedo, yo tengo que cuidarme que no venga mi jefe :P

Gabriela/undies dijo...

Pro: Los freelanceros podemos trabajar desnudos.

Say whaaaat?!?!

Anónimo dijo...

..... mta...


Lindas cejas!!

Augusto dijo...

Lo único malo de freelancer es que de pronto te das cuenta que no has salido a la calle en dos meses y que has olvidado cómo funciona la comunicación vía oral.

Mario dijo...

jaja, entonces si erás tu!!!

Estaba sentado en una banca vigilando a mi hija que estaba agarrando agua de la fuente y buscando palomas cuando te vi pasar!
Me pregunté ¿será? ¿no será? ... moviste tan rápido las piernas que no me dió tiempo de recordar el nombre que debía gritar para que pararas!

Saludos!
Mario

kimagure_gil dijo...

Titularme, titularme, TITULARME!

Ese es un "coco" que a pocos persigue... =(

Blas E dijo...

Bien venida sea de nuevo.
Se le habia extrañado...

Kafka dijo...

1.-Gracias, ñoñeando con todo, por decir “mi AMIGA María“
2.-Gracias por pulir mi español drogado en este bello diálogo:
- ¿Es eso una lucecita que está parpadeando desde el farol de la calle... o es el diablo?
3.-No gracias por echar en cara que ya te titulas.

Nah, felicidades, me da un buen de gusto. Igual no fuiste la primera en titularte, pero si la mejor, snif snif. Besos bonita!

Botica Pop dijo...

ya sé que la corrección política no es lo tuyo (y qué bueno, porque apesta) pero siempre me crispan un poco frases como "que como buenas asalariadas, son impuntuales e ineficientes". como si los freelancers fueran un dechado de virtudes laborales o como si no fueran los maestros del elegante pretexto ante el deadline vencido (no todos, tampoco quiero ponerme lineal).

como sea. disfruté tu post. a mi me gustaba vivir en querétaro hasta que ya no...

Lilián dijo...

Botica Pop:

Tienes razón en tu comentario. Al leerlo, estaba segura de no haber escrito "asalariadas" sino "burócratas", que es en todo caso el sentido de la frase. Mea culpa: yo soy una freelancera de lo peor.

Anónimo dijo...

Hola, tengo una duda,
porque te gustan los chilenos velludos???????? jejeje