Creo que hay un fenómeno en el terreno de la amistad que ocurre frecuentemente, pero cuyas consecuencias son olvidadas con facilidad: los amigos de nuestros amigos.
A mí me gusta conocer a los amigos de mis amigos, excepto cuando no me gusta, que es casi siempre. Cuando me caen gordos en el momento exacto en que me dicen "me llamo Juan" y me dan la mano, y luego hacen algo vulgar y execrable como reírse por una estupidez, hacer un comentario misógino/sexista/antisemita sin una pizca de gracia, decir que votaron por Calderón, o hacer bromitas a mis costillas.
Matemáticamente, no entiendo por qué casi siempre me caen mal los amigos de mis amigos. Se supone que mis amigos son mis amigos porque tenemos ciertos elementos ideológicos-de esparcimiento-culturales en común, y ellos a su vez comparten estos elementos con sus amigos. Ergo: al conocer a los amigos de mis amigos, estos amigos deberían ser mis amigos de inmediato, y así todos podríamos ser amigos y llamarnos amigos unos a otros.
(¿notan cómo he retacado este post de la palabra "amigos" hasta que pierda su significado? ¡Ajá! Tiene una razón semiótica)
Pero no sucede así, por lo cual he llegado a una conclusión que se antoja a paradoja: mis amigos tienen mal gusto para elegir a sus amigos. Pero si tienen mal gusto para elegir a sus amigos, y yo soy su amiga, entonces yo soy tan ruin, vil y asquerosa como sus amigos. Pero si yo fuera tan ruin, vil y asquerosa como esos amigos, entonces debería llevarme bien con esos amigos ruines, viles y asquerosos. Sencillamente, no lo entiendo.
El sábado fui a una reunión de cumpleaños. Como llegué cuando ya todos estaban entrados en el fiestón loco, hice una entrada tímida y me dirigí a las bebidas. Como mis amigas estaban siendo retratadas por un tipo, me paré cortésmente a un lado para esperar a saludarlas. Acto seguido, el amigo-no-mío que estaba sacando la foto me señaló con el dedo y dijo:
- Ella quiere salir en la foto.
Me dieron ganas de decirle:
- No me señales. Me llamo Lilián. No quiero salir en la foto. Y chinga a tu madre.
¿Pero lo hice? ¡No-ho! No, señor. Puse mi sonrisa más idiota, me senté a un lado de ellas, torcí la boca y salí en la foto con lo que en buen mexicano se conoce como jetota.
Más tarde, decidí beber como si no hubiera un mañana, con lo cual terminé bailando con el tipo amigo-no-mío, quien al final de la noche ya era mi amigo y a quien yo adoraba con todas mis fuerzas. O no, pero algo así.
Conclusión: el alcohol es el mejor lubricante social (¿de quién es esta gran frase?)
Ejemplo 2:
No hay ejemplo dos, pero se dan una idea. Cuando conozco a los amigos de mis amigos digo algo como "Lilián, mucho gusto" y luego le entierro un hipotético cuchillo en la espalda. Y ya.
A mí me gusta conocer a los amigos de mis amigos, excepto cuando no me gusta, que es casi siempre. Cuando me caen gordos en el momento exacto en que me dicen "me llamo Juan" y me dan la mano, y luego hacen algo vulgar y execrable como reírse por una estupidez, hacer un comentario misógino/sexista/antisemita sin una pizca de gracia, decir que votaron por Calderón, o hacer bromitas a mis costillas.
Matemáticamente, no entiendo por qué casi siempre me caen mal los amigos de mis amigos. Se supone que mis amigos son mis amigos porque tenemos ciertos elementos ideológicos-de esparcimiento-culturales en común, y ellos a su vez comparten estos elementos con sus amigos. Ergo: al conocer a los amigos de mis amigos, estos amigos deberían ser mis amigos de inmediato, y así todos podríamos ser amigos y llamarnos amigos unos a otros.
(¿notan cómo he retacado este post de la palabra "amigos" hasta que pierda su significado? ¡Ajá! Tiene una razón semiótica)
Pero no sucede así, por lo cual he llegado a una conclusión que se antoja a paradoja: mis amigos tienen mal gusto para elegir a sus amigos. Pero si tienen mal gusto para elegir a sus amigos, y yo soy su amiga, entonces yo soy tan ruin, vil y asquerosa como sus amigos. Pero si yo fuera tan ruin, vil y asquerosa como esos amigos, entonces debería llevarme bien con esos amigos ruines, viles y asquerosos. Sencillamente, no lo entiendo.
Disclaimer: este post puede resultar chocante para mis amigos, y segurolas van a empezar a pensar "sí, claro, seguro te cae gordo mi amigo Zutano y mi amigo Mengano, mujer del mal", pero pues... me importa una naranjada. No tienen por qué.Ejemplo 1:
El sábado fui a una reunión de cumpleaños. Como llegué cuando ya todos estaban entrados en el fiestón loco, hice una entrada tímida y me dirigí a las bebidas. Como mis amigas estaban siendo retratadas por un tipo, me paré cortésmente a un lado para esperar a saludarlas. Acto seguido, el amigo-no-mío que estaba sacando la foto me señaló con el dedo y dijo:
- Ella quiere salir en la foto.
Me dieron ganas de decirle:
- No me señales. Me llamo Lilián. No quiero salir en la foto. Y chinga a tu madre.
¿Pero lo hice? ¡No-ho! No, señor. Puse mi sonrisa más idiota, me senté a un lado de ellas, torcí la boca y salí en la foto con lo que en buen mexicano se conoce como jetota.
Más tarde, decidí beber como si no hubiera un mañana, con lo cual terminé bailando con el tipo amigo-no-mío, quien al final de la noche ya era mi amigo y a quien yo adoraba con todas mis fuerzas. O no, pero algo así.
Conclusión: el alcohol es el mejor lubricante social (¿de quién es esta gran frase?)
Ejemplo 2:
No hay ejemplo dos, pero se dan una idea. Cuando conozco a los amigos de mis amigos digo algo como "Lilián, mucho gusto" y luego le entierro un hipotético cuchillo en la espalda. Y ya.
22 comentarios:
jajajajajajaja, qué sope!
Yo prefiero en teoría a las amigas de mis amigos, que deberían ser toda una revelación. En la práctica nunca lo son, pero la aspiración (así como la del Cuerpo Sano, el Estado Ideal, la Obra de Arte Perfecta) es suficiente para emprender la conocencia. Salud!
Generalmente me caen gordos los amigos de mis amigos, se los digo y no lo entienden. De hecho, creo que no entienden por que soy su amigo.
Lo chido es que luego uno se deja llevar, saluda al amigo, se entona y de pronto ya va en su coche a una fiesta en el CCH Oriente donde mi novia si sabe llegar, pero el que maneja no, y al final hasta les sueltas un "no se vayan tan tarde, no mamen"... ok, no es algo comun, es lo que me paso el viernes pasado.
Encantador tu post, pero debe ser un desastre vivir eso. Yo anduve en grupos buena parte de mi vida para evitarme terminar en fiestas (y en fotos) con gente tomadorcita de pelo y demás. Y cuando ya no me llevaba con nadie (cosa cada vez más frecuente) empecé a salir de a dos o tres y nunca con extraños, así sean amigos de mis amigos.
A lo mejor cada quién tiene su forma de ser asqueroso y tus amigos son solo tolerantes con distintas clases no compatibles entre sí. Ok, te he dicho asquerosa... pero sabes que eres mi asquerosa favorita. ;)
Kisses.
¿Será que eres mujer, y además muy quisquillosa?
Alcohol, catalizador de esa reacción química llamada amistad.
Ahhhhh a mi siempre me pasa mujer. Lo peor es cuando los amigos de tus amigos son los típicos ligadores, que se la pasan ostigandote, horrible. Jeje. No es nuestra culpa que no nos caigan bien, de verdad :)
Yo no tengo amigas. Pero las amigas de las mujeres a las que les hablo no me caen bien, ni yo a ellas.
Es raro, sin embargo normal a la vez.
Coincido con Rufián, las amigas de los amigos siempre serán mejor que los amigos de los amigos.
A mi me pasa exactamente lo contrario, y siempre termino siendo amigo de los amigos de mis amigos (continuemos con la repetición de la palabra hasta el cansancio)... incluso me ha pasado que me llevo mejor con ellos, que con los amigos que nos presentaron =)
Eso si, Rufián tiene toooda la razón...
El término exacto es : amigastros.
ajajaja... eso no me pasa con los amigos de mis amigos... mmm... pero casi no tengo amigos, asi que no hay muchas probabilidades de k me pase :D
Chín...
Por eso no tenemos amigos.
(Es que no todos duran 500 años).
Sigo los consejos de la mamá de mi cuate: "Cuídate mucho, Juanito, de las Malas Compañías...".
Por eso a mis amigos, los mido con vara rasa.
Y los tengo muy escogidos: son, lo mejor de cada casa.
(Y por eso, decía, los Caballos con Cuerno NO tienen amigos, sólo cuates agradecidos... caraxo...)
Supongo que, viendo tu punto de vista, tendré que agradecerlo...
Y, antes que esto parezca canción cursi,...
Tán-tán.
Lamentablemente,
el anacoreta (¿y misógino?) Unicornio...
P.D. Ejem... ¿Quieren ser mis amigos? ¡No, ya lo sé, jeje!
Uyyyy y no hablemos de los amigos de los novios!!!!!
oh no!
Puros significantes y nada de significado!
Jajajaja curiosamente yo fui muy amiga de los amigos de mis amigos, los adoraba, hasta que de pronto los odié, pero ahora ellos creen que son mis super amigos y no hay forma de sacarlos de su error...
Querida Lilián, en la Facultad de Ciencias de la UNAM, algunos mamones como yo decimos con cara de sabihondos que "La amistad no es transitiva"
Jajajaja...Ya me sentí...
"Soy Lilian. No, no quiero salir en la foto. Y chinga tu madre" Me reí como 15 minutos.
Asco, los amigos de mis amigos siempre son lo que uno no espera. Pero también existen agradables sorpresas que muchas veces el escepticismo no nos deja probar sobre todo a determinado tipo de chicas que son un amor pero cuando les conoces no salian del "wey..." porque estaban pedas.
pasate a: www.tlqbeo.blogspot.com
Cae nieve!
será que siempre nos creemos únicos ? que cuando estamos con el/la amigo/a pensamos que nuestra amistad es lo mejor, con un fuerte abrazo y un beso les decimos que nuestro cariño les damos... y que juntos somos dinamita ? pero cuando él/ella está con sus otros amigos y nosotros así como por casualidad caemos en esa vorágine y nos damos cuenta que él/ella parece divertirse más con esos otros amigos y a nosotros apenas nos habla...? en fin. será que somos celosos.
y el comentario me quedó bien idiota. no era lo que quería comentar.
psss. he vuelto a la senda patética de los blogs. la sinfonía ha vuelto con un horizonte claramente difuso. acérquese a nuestras oficinas centrales para más confusión. aproveche las ofertas de esta temporada. sólo por pocos días. llame ya !!
Soy LuisRicardo, mucho gusto.
¡Hey! ¿Me estás hipotéticamente apuñalando la espalda o rompiendo el protocolo de ser amigos de amigos de amigos?
¡Mucho gusto!
A mí nunca me sucede eso, y a mi chica si, lo cual puede llegar a ser bastante irritante al momento de presentarle amigos nuevos ¬¬
Pero meh, que se le va a hacer. Ah, sí: dejar que el alcohol haga su trabajo. Para eso se inventó, precisamente.
Precisamente ayer fui a una fiesta con una amiga y justo cuando llegabamos a la casa, al observar nada más la cuestión, me dije "esto ya mamó".
Pd. Acabo de descubrir tu blog y me asusta identificarme tanto. Ha sido como verse al espejo luego de un largo tiempo.
Saludos
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