22 de julio de 2009

Desaguisados a lo largo del día


En realidad, no debería decirlo pero... qué más da. No sería yo si no ventilara estupideces en mi blog.

1. Medio me llamaron la atención en El Chamuco. No realmente. Puede que sí. Y lo hizo mi amor platónico, El Fisgón (bah: si lo sabe media revista, Alá y el coro angelical que vigila mis acciones desde el cielo, que lo sepa el mundo). En realidad, no me regañó... ¿O sí? De todos modos, mis columnas siempre son realmente malas y si la gente me dice que soy un asco, lo acepto sumisamente.

No, no es cierto.

Tengo un problema severo para aceptar críticas. Y ni siquiera es un problema de ego. Es que no sé cómo reaccionar cuando me dicen que hice algo mal. Por lo general, los ojos se me llenan de agua, toso un poco y digo que tengo que ir a polvearme la nariz. Y luego lloro. Tengo como 12 años mentales.

2. Si quieren saber una de las razones del "altercado", visiten mi blog alterno. Al parecer, Loret de Mola me va a perseguir y me hará un boicot y me dirá "niña estúpida, tú qué sabes" y ya jamás podré ejercer ni en éste ni en un ningún país donde coman chile picante y la población sea mayoritariamente católica. Bah.


La insoportable levedad de ser... Loret de Mola (gratis dando click)


3. Leí una nota sobre un niño al que le hicieron chanchullo en la Olimpiada del Conocimiento Infantil, y ciertos recuerdos de la infancia se reavivaron como hierro incandescente. Después me enteré que hay otros como yo a los que les hicieron fraude, y quise contar mi historia.

En 1998 yo iba a conocer al mismísimo Ernesto Zedillo Ponce de León. Estudiaba en el Colegio Regional Villa Ilustración, una primaria tan pequeña en mi pueblo natal que en sexto grado sólo íbamos ¡4 mozalbetes! ¿Se imaginan lo que es estudiar en un salón con sólo otros 3 estupidines?

Es sensacional.

Así que concursé y fui escalando los infinitos municipios del Estado de México, dándoles metafóricas patadas en las metafóricas bolas a los escuincles mexiquenses. No entiendo cómo lo hice si me pasaba la tarde viendo Friends y leyendo las revistas Eres de mi hermana, pero a quién le importa. El último examen, en Toluca, tuve mareos y deseos de vomitar. Aún así, salí avante.

Un mes después, había ganado. Hasta me habían tomado las medidas para el uniforme con el que iríamos a saludar al niñito de Harvard que no despertaba ni odio ni simpatía ni lujuria ni nada, porque era muy gris y no ofrecía gran posibilidad de burla.

[con tono lúgubre] Pero una semana antes le llamaron a mis papás... y el sueño acabó [termina tono lúgubre]

La razón oficial era que mi primaria era muy pequeña, y encima era 'privada', y que preferían darle la "oportunidad" a otros niños de ganar el súper súper súper premio de desayunar con Zedillo.

Desde entonces, cada que un niño gana ese concurso, algo dentro de mí se revuelca en envidia y dolor. Y después muere lentamente.

Todavía en la secundaria concursé en el súper súper súper campeonato de ortografía. Me entrené de una forma tan absurda, entusiasta y poco saludable que las secuelas fueron irreparables... y hoy en día me dedico a corregir la ortografía de los demás. ¿No es eso patético?

[voz de lector] Sí, sí es patético. Continúa con tu patética historia [lector se sienta de nuevo en su lugar]

En la penúltima etapa, en el municipio de Jilotepec, concursé contra un escuincle de la secundaria oficial Andrés Molina Enríquez, de la capital. Yo iba en la secundaria oficial Andrés Molina Enríquez... del pueblo Polvotitlán de la Ilustración. Ergo: yo era un cero a la izquierda y él, un ganador en potencia.

Cuando terminó el examen, comparamos resultados. El tipo se había equivocado en tantas y tan escandalosas formas, que hasta sentí pena por él. Y luego me comí un sándwich, un plátano y un jugo Jumex de manzana.

Luego, por supuesto, el imberbe ganó.

De ahí todo fue cuesta abajo. En la preparatoria jamás me distinguí por tener buenas calificaciones, no volví a concursar en nada, tomé drogas, alcohol y prostitutos baratos. Y eso me llevó a ser lo que soy: una guacamaya del planeta NF11 que les trae un mensaje de amor y paz.

4. El taxista de hoy me vino contando sobre un jefe suyo al que secuestraron, pidieron 3 millones de dólares por él, y amenazaron a su hermano. Bonita forma de despejarse después de un arduo día de trabajo (el sarcasmo es lo mío) mientras viajaba por la noche con mi Wenceslao a cuestas. Yo traía las bolsas del súper, pero había pagado con tarjeta, así que no tenía cambio. Le dije que se parara en el Oxxo de la esquina mientras bajaba a cambiar.

El taxista me dijo que dejara las bolsas ahí mientras se estacionaba. Miré mis bolsas: Pinol ecológico, una revista para mariquitas, unos Yakults y una pastilla para el excusado. A lo mejor no iba a robarse mis compras porque éstas eran insulsas, vulgares, de mal gusto, pendejas y estúpidas. Pero eran mis compras, y yo pensaba: ¿por qué, Alá, por qué? ¿Decirle que no y sorrajarle en la cara que no confío en él? ¿Confiar en él y perder mi Pinol? ¿Hablar con un extraño de inseguridad y luego darle un voto de confianza? Era una auténtica encrucijada.

Confié en él. En el Oxxo estaban los putitos de siempre, y se tardaban siglos. Y yo sólo pensaba en mis artículos para limpiar el piso de mi casa, y mi corazón se estrujaba.

¿Notan cómo esta anécdota no va a ningún lado?

Finalmente, no me robó.

Uoooooooooh.


5. En serio: tenía un punto muy bueno para el punto anterior, pero perdí el punto. El post se terminará aquí abruptamente. No tuvo pies ni cabeza. Hola mamá.



16 comentarios:

El Agus dijo...

Lilian !! tanto tienpo sin berte !! el chamako inverve soy yo !!!

Ja !! te jane !!

(Chale, este comentario me quedó igual que el post de Lilián)

Tumeromole dijo...

Lo mejor de este post fue la etiqueta "camino a la fama periodística".

Y también fui víctima de chanchullo en la Olimpiada del Conocimiento Infantil. Deberíamos formar un grupo de autoayuda para personas en igualdad de circunstancias a las nuestras.

ViolettaVsTita dijo...

Todo eso pasa por ir en escuela privada... a mi me paso lo mismo. No lo he supérado! buuuuu

Kyuuketsuki dijo...

Me has removido los recuerdos de mis concursos fallidos, snif. Maldita sea.

Bren.Suarez dijo...

Aun no sé si reír por tus compras insulsas en peligro de robo o llorar por los premios arrebatados tan bruscamente.

Octopus Queque dijo...

Amigui, en lo de los concursos, me pasó algo similar pero con esos donde uno pasa a dar un discurso tema libre (recitar?). Yooooo debí ganar, pero luego me enteré que mandaron fax pidiendo perdón, pero como era escuela privada, ni madres. Putos de mierrrrda. Eso sí, gané el de ortografía en secundaria, al menos hasta delegacional... PORQUE ERA ESCUELA PRIVADA. Ay, lo clasemediero. Luego: historia con detalles.

Saludines :D

Anónimo dijo...

jujuajuaaa!!! hola mama!!!!!1 jajaja buenisimo!

D´Maurice dijo...

Me imagine que te robaban un super completo (jamon, leche, fruta, Pino, Pan Bimbo) ¡en fin!

-Tres millones de dolares por el pariente de un Taxi Driver (me parece que invento un par de cifras)

ge zeta dijo...

Lo más hermoso del post fue el "Hola mamá"

Soy tu fans jajaja

José Luis Avila Herrera dijo...

Oye PRINCESA, yo también quiero mi pepino!!!

http://reporterosinfronteras.blogspot.com/

Saludos desde Montreal, Canadá.

José Luis Ávila Herrera
REPORTEROsinFRONTERAS

Hermes dijo...

y el final le dio sentido a toda la palabreria del inicio y el intermedio :P... niiice. tk care, baee

«danito» dijo...

no sé exactamente porque te regañaron (el texticulo esta chido), pero a mi me ha pasado que el jefe me "tiene" que regañar para quedar politicamente bien aun cuando en corto me diga que estuvo bien ir a patearle las bolas a alguien. Espero sea tu caso.

Yo creo que el taxista tambien desconfío de ti y supuso que correrías rapido con esas compras. Asi es esta ciudá.

Unknown dijo...

¿Confiar en él y perder mi Pinol?...no mamarts dude!!! casi escupo y estornudo mi frapuchino al mismo tiempo cuando leí esa linea, mamaste jajajajaja XD

Anónimo dijo...

Me doy la bienvenida a tu blog... que me ha encantado!

Blue4 dijo...

"¿Confiar en él y perder mi Pinol?" me arrebató una lágrima de risa en este espantoso lunes, de nuevo: gracias!!!

Unicornio dijo...

¡Changos!
[N. del U.: Chango, sust. masc.; dícese del mono esp. pequeño; con signo de admiración, expresión particularmente jactanciosa que implica sorpresa].

Mmhhh. No, mejor:

¡Cáspita!
Y yo que siempre me quejé por mi mala suerte al no llegar a mi premiación por culpa del &#!¬*%+! terremoto (y la enyesada posterior, caraxo!!)

Pido perdón por mi falta de gallardía (y apoyo a TuMeroMole para crear CHA -"Chanchulleados Anónimos"- a la brevedad).

No volveré a quejarme. Gracias, Isla a Mediodía.

(Por lo menos, no me morí como los otros).

Agradecidamente,
el iluminado Caballo con Cuerno...