Creo que hay una consigna secreta contra mí: mandarme a todos los taxistas idiotas del universo. Hace rato tomé uno en Universidad a la altura de Viveros. Le dije, tranquilamente, que me dejara en la Juárez. Incluso, por si las moscas, le aclaré que en Hamburgo, una maldita calle a la que todo mundo supondría es bien fácil llegar.
¿Pero este taxista idiota lo sabe? ¡No-ho! No, señor. No lo sabe. Así que luego de preguntarme cómo le hacía, y de haberle dado señas vagas mientras buscaba una vena disponible para inyectarme heroína, el muy güey empezó a cajetearla arbitrariamente.
Luego sucedió que, por azares kármicos, el muy güey ya estaba bien encaminado sobre Gabriel Mancera. Me congratulé por la agradable coincidencia y procedí a concentrarme en mi estaaaaadazo, pero a la primera vuelta disponible... el muy güey ¡se dio la vuelta!
En la operación una tipeja le gritó ¡PENDEJO!, epíteto con el que me solidaricé. A dos cuadras, sin embargo, el taxista se paró en una esquina, volteó a verme con rostro compungido, y me dijo:
- Señorita, ¿la puedo dejar aquí? Es que ya no doy.
(O sea que y no daba, y se dio por vencido. De paso me dijo que no era nada, pero yo no puedo aprovecharme de los muy güeyes de esa forma, de modo que le di 10 pesos de manera simbólica. Espero que algún dios tibetano me esté viendo y apunte en un cuadernito mis karmapuntos).
Repito:
Ya no daba. YA NO DABA.
¿Cómo se supone que te levantes todos los días, te bañes, te pongas Vapo-Rub atrás de las orejas y salgas a conducir un taxi cuando no conoces los más elementales caminos de la ciudad? ¡Por favor! No es como si le hubiera pedido que me dejara en una calle perdida, enclavada entre dos callejones sin salida, dentro de una colonia subida en un montecito a la que sólo puedes llegar preguntándole a ocho viandantes y llevando un mapa de las carreteras de México -además de un equipo de primeros auxilios, una brújula, alimentos no perecederos y un teléfono satelital. ¡Dame un corte! (mi nuevo mexicanismo para el manido gimme a break!).
Así que ahí estaba, perdida en medio de ese terreno pantanoso e inhóspito conocido como colonia Narvarte, y tuve miedo. Un miedo feroz. Miedo que fue cortado de tajo cuando alcé el dedo índice y otro taxi se paró. Albricias.
Me subí molestísima y procedí a callarme la boca. Dos cuadras adelante, el nuevo taxista -llamémosle Taxista B- volteó y me preguntó:
- ¿Ya va tarde?
Pues claro que iba tarde, maldita maldición. ¿Pero lo dije? ¡No-ho! No, señor. En cambio, empecé a quejarme del Taxista A y cómo hay muy güeyes tan güeyes que andan por ahí fingiendo que son taxistas, como pretensos escritores que escriben "persepsión" y "educatibo" y usan "anfibiologías" y "figuras remóricas" e intercalan en sus textos cosas como "jajaja" y "no, no es cierto".
¿Saben qué me dijo el Taxista B? ¿Lo saben?
Que por qué estaba tan estresada si la vida era tan corta. Verídico. Quise reírme cuando me lo dijo, y en ese momento me di cuenta de que estaba apretando las mandíbulas como si mis mandíbulas fueran las de Robocop y dentro de ellas estuviera un villano que mereciera la muerte. Después quise recargarme y noté que mi espalda era un pedazo nudoso de dolor y sufrimiento. Quise decirle que no era cierto y sólo salió espuma de mi boca. Jajaja, no, no es cierto.
Me di cuenta de que siempre estoy innecesariamente estresada.
Los siguientes 20 minutos fueron empleados en una retahíla de consejos muy zen por parte del Taxista B. Que siendo tan joven por qué me preocupaba tanto, si al final las cosas siempre salían. Que por qué andaba toda malhumorada si totalyaqué. Que si por qué no apreciaba un poco más la vida, y notaba las cosas que importaban, como que un advenedizo te recetara su filosofía Selecciones en un trayecto en el que sólo quieres concentrarte en tu odio hacia el mundo y no escuchar las ordinarieces de nadie. Bah.
Creo que amo al Taxista B.
28 comentarios:
Debería darte vergüenza no saber llegar a la Jujujuárez! asi, al menos le dabas instrucciones al taxista wannabe.
Lo mas triste es que hoy no estoy pedo.
nada qué. esos güeyes no serán nadie en la vida. ¿o qué, tú crees que el CEO de, digamos, General Electric, llegó a donde está relajándose y tomándosela tranquilo? ¿eh eh EH?
¡Cómo no voy a saber si ahí vivo! La gente no lee en estos días, todo para ellos son las anfibiologías y las menáforas y las sinácdokas.
jajaja. necesito dejar de ver el bloomberg channel y empezar a ver más de infinito.
Estos taxistas del mal empezaron a surgir desde que se les aplicó tal epíteto; tan simple e inocente era cuando eran conocidos tan solo como "ruleteros" y no había "micros" sino tranvías. Voto por el regreso de la palabra ruletero, que seguramente sabrá devolver a los perversos choferes la dignidad que nunca tuvieron.
Que cagado, "ya no doy". Es una frase cuasi épica
jajajaja
esta frase es la mejor: "En la operación una tipeja le gritó ¡PENDEJO!, epíteto con el que me solidaricé"
:)
Pobre Taxista A. Me pregunto si esa es su técnica para sacar dinero fácil...
Lo que me pregunto es: ¿qué ya no daba? ¿Por qué ya no daba? ¿Se iba a suicidar?
Es casi una canción de Arjona tu post, pero me gustó el "Dame un corte!" Lo implementaré a mis frases despocheadas (Nuevo borchacalismo!).
En Inglaterra para ser taxista tienes que estudiar cuatro años, en el DF si reprobaste kinder y eres un completo inútil sin sentido común y no eres bueno ni como lavaplatos, entonces te metes a taxista. Algunos no creo que sepan ni llegar a su casa. Bueno, pero no todos son unos inútiles, también te encuentras tipos muy chidos y con muy buena filosofía y que se saben la ciudad al dedillo.
Madreselvas:
¡Hola! (no puedo evitar añadir un "¡mamá de Plaqueta! ¡Qué gusto!). Concuerdo contigo. Hay taxistas jocosones que dicen pura sandez, y que más bien le erraron la carrera -debieron ser chuchitas corazón- pero en general a mí me ha tocado puro bruto. Yo digo que es un karma. Eso, o maldición gitana que se remonta a mi tatatatatatatatarabuela, que le comió el mandado a una bruja. Léase: se ligó a su HOOOOMBRE.
Probablemente era Avalokitesvara probando tu temple para que superaras tu karma.... eso o en efecto... otro imbécil tras el volante llamado taxista
Josú! pero qué radical!! XD
¡Ya no daba! Lo amo. Sí, yo amaría más al taxista A que al taxista B. Te estresa, pero al final de cuentas es de quien más te ries y te dio la inspiración para un post, no seas sacrílega, jajajaja, bueno no, no es cierto.
cada vez que escriba jajaja me voy a sentir culpable
No, Lilián, no le hagas...
Por eso dejamos la ruleteada. Por "señorritas" que no captaban que nuestro interés cuasi-platónico era despreciado por las prisas de la Ciudad. Y porque cuando tratábamos de explicar las bondades del Chineng-Chikung (así se pronuncia, pero no se escribe) para desestresarse en el bullicioso tráfico, nos repelaban (aún más estresadas) "ya, chófer, písele al gas!!" (cualquier parecido con alguna canción de Joan Sebastian et al., es purísima coincidencia!).
No obstante, de haber sabido que así se enamoraban de uno, po's creo hubiese seguido en la muy noble y muy leal chamba de "Operador de Taxi" (AAmmeeénnn!).
No que ahora anda uno haciéndole al buey (así se escribe, pero no se pronuncia), "quesque" (así se "prenuncia", "manque" no se "ascribe", patroncita) investigando peligrosos y nuevos virus, bacterias y candidatos a diputontos, juar, juar.
Por eso nadie me cree.
(Excepto los pinches -así se escribe y se pronuncia, ja!- "Panteras", que andan buscando "cobrarnos" cuotas de taxis piratas atrasadas para apoyar al "carnal Marcelo" y sus burradas en el D.F., caraxo!!).
Por eso... ¡BUENO, BASTA YA!!!!
Avergonzadamente, se despide,
el incoherente Caballito con Cuerno (así se describe, pero no se pronuncia... mmhhh!).
P.D. Que llegues a tu destino sin tanto estrés, dondequiera que estés!
Mil veces el Taxista A o el B que el taxista cuya palanca de velocidades es la cabeza de una s_______ente (no pongo la palabra porque no se hasta donde llegue tu fobia).
Saludos.
"Que siendo tan joven por qué me preocupaba tanto, si al final las cosas siempre salían", como se atreve a darte un consejo así: la neta. Sólo que su plan A haya sido ser taxista.
No queda de otra más que saberse las calles solita porque los taxistas son idiotas. IDIOTAS.
¿Por qué no traen un maldito guía roji???
Mala ciudad, mala época escoges para estresarte con cada idiota que te topas. Y estrés gratuito que te llava a ninguna parte. Vamos, relajate. Respira lento y profundo, recurre a tu químico favorito o, simplemente...
¡Sonríe!
"Es que ya no doy", quiero pensar que se refería a su desubicación y no a su estado de ebriedad o como la vez que me tocó un taxista pacheco y abrió todas las ventanas y echó enormes cantidades de aromatizante Don Vainillón cuando entré al taxi, sutil él.
Hablando de taxistas, hay personas que sí saben sacarle provecho a ese oficio: http://drunkula.blogspot.com/2008/08/taxi-driver.html#links
Muy bonito tu relato, muy monito, salute !!!
por cierto que bonito es arponearse en un taxi, muy lindo
lastima que el señor al volante haya estropeado tan linda experiencia
chale.
Cómo me gusta leerte.
(Mientras leas el comentario que no está entre parentesis, imagina que lo digo mientras recargo mi barbilla en mi mano izquierda y acaricio uno de mis rublos con la derecha)
Cómo me gusta leerte.
(Mientras leas el comentario que no está entre parentesis, imagina que lo digo mientras recargo mi barbilla en mi mano izquierda y acaricio uno de mis rublos con la derecha)
Era: Cómo me gusta leerte!!!
Desde siempre he odiado a los taxistas, sean como el "A" o como el "B"
Ojalá algún día te toque subirte al taxi de algún físico-nuclear, filósofo o cualquier profesionista que no puede encontrar trabajo, esos si que te saben entretener con sus pláticas...
Me EN CAN TA tu blog
"Jajajaja, no es cierto", jojojojo.
Mi taxista favorito era un chairoguapetón que amaba la trova clavada, de esa que le gusta a mi mamá. Me contó que una vez se subió a su taxi Daniel Viglietti y a él casi le da un paro cardiaco (me imagino que fue como si James Hetfield se subiera a mi taxi). Una vez me regaló un cassette de Vicente Feliú que nunca escuché.
Era un gran taxista, que además sabía dónde estaban las calles y eso.
¿Qué tal los taxistas que no saben dónde está Insurgentes? Son mis favoritos. O los que no saben cuáles los Ejes... ¡pero si tienen numeritos!
No olvidar: http://www.youtube.com/watch?v=YOWrpz13Z3I
¿Qué tal que te subes al taxi y es Arjona? Jajaja, no es cierto.
Blogger El Pável dijo...
Cómo me gusta leerte.
(Mientras leas el comentario que no está entre parentesis, imagina que lo digo mientras recargo mi barbilla en mi mano izquierda y acaricio uno de mis rublos con la derecha)
PUTO MARRANO IMBÉCIL, RUBLO?? PINCHE ESTUPIDO DE MIERDA, CASI TAN ESTUPIDO COMO LA AUTORA DE ESTE BLOG.
SALUDETES.
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