El contrato de mi departamento expira el 1 de diciembre. En últimos días he acariciado la idea de no renovarlo después, quedarme sin techo ni cobija, y arrojarme a las fauces del mundo-mundo, a ver qué me depara. Por lo tanto, no me esfuerzo demasiado en los arreglos, que han sido muchos: sockets fundidos, paredes con manchones, hoyos en las paredes, puertas sin tornillos, una falsa chimenea sin provecho ni utilidad, falsas duelas levantadas, inundaciones colectivas en el piso del baño, carencia de interfón, vecinos pasmosamente estúpidos y Jon Secada en repeat por las mañanas.
He hecho lo que he podido: arreglitos transitorios con herramientas rudimentarias (una piedra, la piel de un mamut y la saliva de cincuenta bebés), pero al final digo ¡bah! y me pongo a ver programas sobre maniquís enamorados. Me han ayudado, por ejemplo, a pegar un librero a la pared. El técnico que me puso el teléfono me hizo los hoyos con su atornillador (¡albuuur!) y los taquetes, para posteriormente colocarlo ayudado de un desarmador, un martillo y algunas groserías. Y quedó chueco.
Hoy me decidí a armar un librero que compré hace infinidad de meses y que había dejado olvidado en la oficina, con el consecuente odio de la secretaria y de todos los demás. Y quedó chueco.
Ahí me tienen, en medio de herramientas primitivas y partes de librero, con la aventura a cuestas.
Pero entonces un MALDITO TORNILLO decidió que no se le daba la gana embonar. Incluso lo torturé con el martillo, pero nada: el muy sinvergüenza prefirió quedarse ahí, a medias.
Al final lo puse así de todos modos, sin libros ni nada porque sería peligroso. No se fijen en el polvito en el piso, ni en la pintura doble horrenda, ni... Bah, no se fijen en nada.
También me compré un colchón, pero no tenía dónde tirar el viejo y además mi familia pensaría que ya no deseo que me visiten sorpresivamente, así que lo dejé abajo del nuevo. Y ahora mi cama mide cuatro metros de altura y se ve IDIOTA. Y en las noches me mareo. Y sospecho que mi futuro sexual se verá reducido a ceros, porque ¿quién querría subirse en esa torrezota absurda para algo más que jugar a que eres Octagón?
Cama idiota
(aunque al menos pinté el buró con pintura de aerosol color rosa chillón, para lo cual fui ayudada por los albañiles de la construcción de al lado, quienes notaron mis apuros para abrir la infame lata. Uno se me acercó, me hizo señas, yo le arrojé la lata, él me la abrió y me la lanzó de vuelta. Y luego hicimos una fogata y cantamos canciones de Bob Dylan)
(aunque al menos pinté el buró con pintura de aerosol color rosa chillón, para lo cual fui ayudada por los albañiles de la construcción de al lado, quienes notaron mis apuros para abrir la infame lata. Uno se me acercó, me hizo señas, yo le arrojé la lata, él me la abrió y me la lanzó de vuelta. Y luego hicimos una fogata y cantamos canciones de Bob Dylan)
La gente se dirige a mí como "señorita Lilián" y me hablan de cosas como "el recibo de agua", "la factura del teléfono", "el contrato provisional", los "recibos de honorarios", "las ofertas en Soriana", "su CLABE bancaria", "usted es correctora, no comerciante", "soy el vecino del 16 y me gustaría invitarla a salir", "el depósito bancario se ha efectuado con éxito", "tiene hasta el 6 de febrero para pagar su cuenta del cable", etcétera, etcétera.
Estoy confundida. La adultez es un camino estrecho, oscuro y húmedo en el que todo es extraño. No me acostumbro a las horas que, se supone, debo economizar y administrar. Firmo cosas sin saber qué significan. Pago deudas que no estoy segura de haber contraído alguna vez. Compro papel fabriano por recomendación de Hernández y ni siquiera sé para qué iba a usarlo.
Antes todo era más fácil: llegabas de la escuela, te comías tu sopa de fideos y veías Animaniacs como imbécil todo el día.
Espero, a pesar de todo, no abandonar mi puerilidad. Es más: ya estoy trabajando en ello y por seguridad me obligo a ver esta estúpida lámpara todos los días:
Estoy confundida. La adultez es un camino estrecho, oscuro y húmedo en el que todo es extraño. No me acostumbro a las horas que, se supone, debo economizar y administrar. Firmo cosas sin saber qué significan. Pago deudas que no estoy segura de haber contraído alguna vez. Compro papel fabriano por recomendación de Hernández y ni siquiera sé para qué iba a usarlo.
Antes todo era más fácil: llegabas de la escuela, te comías tu sopa de fideos y veías Animaniacs como imbécil todo el día.
Espero, a pesar de todo, no abandonar mi puerilidad. Es más: ya estoy trabajando en ello y por seguridad me obligo a ver esta estúpida lámpara todos los días:
16 comentarios:
Jajaja, mijaaaaa yo hac eunos años era experta en armar ése tipo de mueblecillos, jaja. De hecho: ¿se acuerda del mueble gris en el que está la chompu? Pues adivine quién lo armó, ¿ah? (carita del msn que tiene lentes de sol, pa' decir uno con esto que es un chingo presumido); ¡sí, yo merengues!. Creo que no me quedó tan mal, jo jó.
Saludrinks!
me dio miedo leer tu post, pero creo que me servira para un futuro no muy lejano
=(
de todos modos ha de tener algo bueno cambiar nuestro ritmo de vida, pero yo no me siento preparado jajaja
tu post es tan pero tan divertido ojalá y la vida adulta fuera la cuarta parte de divertido, buena suerte...
Pos el papel fabriano tiene una textura un tanto peculiar y colores brillantes, quesque se recomienda para ediciones de lujo, publicidad, dibujo y calendarios... ¿Acaso harás calendarios de tu nuevo librero?
Snif! Yo me mantengo a flote con mis carritos a escala. n_n
Y mucho ron! saluuuuuuuuuud!
Crecer apesta. En el momento en que te haces totalmente responsable de ti mismo te sientes abrumado, es cuando te das cuenta que en el mundo verdaderamente estás solo. Curiosamente, son los mejores años de la vida que he tenido, y mira que me la pasé bien en las demás etapas; igual y no me divierto tanto, pero nunca me había sentido tan orgulloso.
Saludos y ánimo, en cuento le agarras el hilo te vuelves a divertir, solo date tiempo para hacerlo.
uuyuy,sí, tu lámpara de Bob esponja es la onda... ahora falta descubrir qué onda con esa lámpara bajo influjos extraños... pendiente, eh!
Es divertido vivir sólo.
Un día fuí a jugar "basket" y estaba llena de chavitos entre 13-15 años, luego, uno de ellos grito: -Pásemela Señor!!!... otro: -Usted puede Don!
Ese día sentí tanta tristeza... ese tuve mi propia prueba irrefutable de mi adultez. Tengo 27 años, pero me gusta que hablend de "tú" y me digan "joven".
Un saludo.
Uy! cuando declares impuestos!!! Ese es el momento en que quieres regresar junto a tu mamá y quedarte ahí para siempre jajaja Vas por muy buen camino, yo aún no me he atrevido a vivir sola por la cuestión $$$ pero espero pronto dar ese gran paso ;)
olvidaste mi síntoma de adultez favorito: "¿no se puede facturar como consumo de alimentos y bebidas?"
por qué la adultez es un camino Húmedo? llevó dos putas horas y 6 wiskis reflexionando al respecto y no le doy
Your rooms are color-coded, how sweet.
jajaja soy fan, fan de Bob, está increíble la lámpara, eres lo más handy-man yo apenas sé conectar el microondas, te admiro!
Creo que hay cosas que hacen llevadero ese camino a la adultez, me parece que tú lo haces bastante bien.
Saludos.
Ja ja ja "-Pásemela Señor!!!... otro: -Usted puede Don!" si pues, cuando mocosillos o incluso los meseros, acomodacoches o cualquier otra entidad biologica con forma humanoide te atiende o se dirigen a ti con epitetos como "senior", "don" o que te hablen de "usted" cala... no si el tiempo no pasa en vano.
Bueno la verdad es que ya no me cala tanto como cuando empezaron a tildarme de "senior"
Pregunta a la autora del blog: Que es lo que haces exactamente en tu chamba? suena divertido trabajar en el chamuco, como que te imaginas que andas echando desmadre con todos los moneros y se la pasan haciendo chistes todo el dia.
Odio a Bob Esponja.
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