26 de diciembre de 2009

Farewell, my dear friend


Siempre me acuerdo de Damian en "Boxing day". Lo imagino con su corona de papel, sentado junto a su amigo Gas jugando videojuegos, su mamá llamándolo para cenar. Lo imagino con su playera de 3 Colours Red, o de Bon Jovi (su gusto culpable), sin zapatos y con boxers de cuadritos. Lo imagino de muchas formas, porque nunca lo vi.

A los 16 años, una de mis bandas favoritas era HIM, ese intento de
goth music para chavitas con ideas de marginación. Eran los tiempos de la conexión a internet por teléfono, antes de los blogs y las redes sociales. Yo tenía 16 años, iba en la Prepa Sur, me gustaba HIM: por lógica estaba inscrita en el HIMclub, un foro para fanáticos de la bandita finlandesa de todas partes del mundo.

Ese era el mejor lugar del mundo. El choque cultural consistía en convivir diariamente, en una suerte de Twitter organizado, con chicos de Finlandia, Estonia, Lituania, Luxemburgo, Rumania, República Checa, Noruega, Inglaterra... Me encantaba enterarme de sus rutinas, de su comida favorita, de sus frustraciones, de cómo era ser un adolescente serbio que no habla de conflictos políticos, sino de la borrachera con vodka que se acomodó hace dos horas. Las reglas eran estrictamente amistosas; nadie te llamaba troll, todos te felicitaban en tu cumpleaños, las grandes charlas sobre tu país eran bienvenidas...

Ahí conocí a Damian. Su
nickname era NewBornNebula y su lista de bandas favoritas, en su perfil, llenaría tres cuartillas en Word. Era tan tímido, tan retraído, tan inescrutable. Ya no me acuerdo cómo empezamos a platicar, pero a partir de ahí todas mis rutinas en los interents se trastocaron.

No había día que no chateara con Damian por horas. Me llevaba 6 años, vivía en un pueblito al suroeste de Inglaterra llamado Southport, no estudiaba ni trabajaba, era depresivo, dependiente de su mamá, con un amigo gordo llamado Gas que vivía en la casa de al lado... Y, sin embargo, a mí me parecía la persona más fascinante del mundo. Me gustaba que se tomara tan en serio las amistades a través de internet, que me citara para entrar a Messenger a una hora determinada, que viviera a 6 horas de distancia en el tiempo, que le gustara tanto la música como buen inglés, que le temiera tanto a los dentistas, que gastara todo su dinero en conciertos, que amara el puré de papa, que me preguntara por mis papás y mis hermanos, que soñara con viajar a América.

Casi nunca me enviaba fotos, pero me emocionaba que lo hiciera (tenía baja autoestima, por qué no). En mis sueños lucía así:



Como es evidente, estaba enamoradísima de él. Sentía algo inexplicable, bobo e imposible por alguien que probablemente nunca conocería... pero era intenso. Era casi doloroso.

La otra vez encontré un correo que le envié. Fue casi un shock: yo le contaba toda mi vida, y él me contaba toda la suya. Todos esos detalles fútiles que hacen la vida de un adolescente: mis exámenes finales, las conversaciones con amigos, las depresiones inexplicables de entonces, mi cena del viernes pasado, el estado de mi relación parental. Y ante todo él era ecuánime, neutral, comprensivo.

Pero era como tensar un hilo. Su depresión, su codependencia, se hacían mayores si no me aparecía en internet (a pesar de todo, a pesar de que prefería pasar mis tardes en HIMclub, también vivía una vida normal: iba al cine, salía con mis amigos reales, tomaba cervezas afuera de un Oxxo, asistía a conciertos). Sus reclamos velados se transformaban en comentarios pesimistas, en cuasi-amenazas suicidas, a las que yo respondía con palabras exaltadas. Me iba a dormir pensando que tal vez mi sueño de ir a Inglaterra no se haría realidad, que quizás Damian sí estaba en otro plano de la vida al que yo jamás llegaría. Tuve compasión de él, esa clase del lástima por las personas que han dejado de soñar y tener expectativas, que carecen de planes y jamás van a fiestas. Ni siquiera sabía si era virgen (yo también lo era, pero me consideraba joven para tal efecto) y me angustiaba pensar que Damian pasaría su vida en la absoluta soledad.

Al parecer, toda su vida social se desarrollaba en internet. Sus grandes amigos estaban en Tailandia, Finlandia, España, Argentina. Yo sentía celos de todos ellos y pensaba que era poca cosa, que mi vidita ordinaria no ofrecía interés alguno, que Damian preferiría visitarlos a todos antes que hacer escala en México.

Hasta los 20 ó 21 años llevé esta especie de doble vida. Me disculpaba con él si tenía un interés romántico de carne hueso, no le mencionaba si tenía novio, era como si mi infidelidad consistiera en vivir.

Una vez me envió 48 DVDs con cientos, miles de discos de sus bandas favoritas. Es lo más cerca que estuve de él. Ni siquiera tenían su letra impresa (hasta eso lo avergonzaba), así que hizo que su mamá rotulara cada uno con "Lilian DVD 01" y así hasta el 48.

Parece muy tonto ahora en perspectiva, pero después de eso ocurrió el distanciamiento. Él quería que yo le quemara unos DVDs, pero mi computadora ni siquiera tenía quemador. Supongo que nunca me levanté a hacerle el favor, y cuando entré a la universidad ni siquiera me conectaba tanto al Messenger. Dejé de enviarle correos informativos, dejé de saber de él.

Un día, de pronto, dejó de aparecerse. Y todo fue tan natural: su ausencia no era notoria, porque empezaba a conocer a mucha gente a la que veía todos los días, sin depresiones que me deprimieran igual. Ya no pensaba, en ningún momento, que si él se mataba, yo lo haría también. Ya no soñaba con Damian.

No me di cuenta sino hasta un año o dos después, cuando ya no había ninguna forma de volver a ponerme en contacto con él.

Joanna, una amiga finlandesa en común con la que aún platico, me preguntó hace unos meses si no sabía nada de Damian. Y entonces me pegó, me di cuenta de que había dejado de saber de él desde hacía años. Empecé una búsqueda desesperada a través de Google, con todos sus correos, sus cambiantes
nicknames, su nombre y dirección, su código postal. Hasta sostuve un carteo regular con su homónimo en Facebook, que me contestó con un decepcionante: "Born and raised in the U.S. state of Virginia, in what's known as the Hampton Roads area which includes the cities of Chesapeake and Norfolk. Still reside in the city of Norfolk".

Nada.

Un día, Joanna me dio su número de teléfono. Dijo que lo había encontrado en la guía telefónica de Southport, pero le daba miedo llamar. Me pidió que yo lo hiciera. Pensé que sería fácil, podría fingir un acento y preguntar por Damian de lo más normalmente (con toda seguridad, su mamá contestaría, porque -según él- nadie lo llamaba y por lo tanto no se acercaba al teléfono). Sabría si se habían mudado, si estaba bien, si...

Pero no lo he llamado y la sospecha sigue viva. Si Damian sigue vivo, si cumplió esa oscura promesa que ahora, con todos sus rastros difuminados, parece más real que nunca. Y entonces pienso en lo raro de las amistades fantasmales, en lo mucho que alguien que nunca vi me hizo sentir. En cómo puedes crear algo, una amistad tan real, de la nada. Como si Damian hubiera sido, desde el principio, un mero espejismo.

La verdad, siempre me acuerdo de Damian. No sólo en el Boxing day, como dije al principio del post. Y me pregunto si lo habría conocido en otro universo, si la compatibilidad fue sólo masturbación mental. Y lo único que pido cuando pienso esto es en lo mucho que me hubiera gustado despedirme de él apropiadamente. Decirle adiós, en el idioma que fuera.

Al menos ahora, me queda el único idioma que siempre conocimos: el internet. Me despido de él, resignada a no saber ya de él, con este post.


21 comentarios:

juanhelo dijo...

no se si sera la desvelada o que, pero se me salio una lagrimita.

Zabioloco dijo...

Damian es tan real como tú quieras que sea, así como los DVD´s
o como las ganas de querer que siga en tu mente...

Yo alguna vez tuve por amiga a una Cecilia.
Y si te hace sentir bastante.

saludos muy buen bloó

Fire_tony dijo...

Yo nunca he tenido una amistad tan fuerte con alguien del internet. Luego me pasa que los paso al plano real y dejan de ser personas a miles de kilómetros.

Te recomiendo la película Max y Mary, es una historia, aunque no igual, un poco parecida a la tuya.

Anónimo dijo...

¿Que función tiene un comentario? Quien sabe si uno quiere enterarse de la vida de los demás, a veces mas aburrida o mas interesante, pero yo a veces veo post pasados de los blogs que me gustan, a veces del mio, y me da nostalgia un comentario de alguien que ya no veo, que abandono el blog.

Don Rul dijo...

¡Guau, qué buen poust! Cada vez escribes mejor.

Yo también tenía una amistad en Internet: una sueca ex actriz porno. Con el tiempo y mucha astucia me di cuenta de que era en realidad un gordo afeminado que vivía en Tijuana. Desde entonces no tengo amigos fuera ni dentro de Internet.

ge zeta dijo...

¡Qué bonito! Solté una lágrima porque me acordé de muchas cosas que tienen que ver con amistades de ese tipo. Algún día pretendo escribir sobre ello.

Qué lindo post, Lilián.

Saludos.

El Rufián Melancólico dijo...

Oh, me gustó mucho este post Lilians, también me remitió a aquellas épocas salvajes en que apenas se armaban los códigos sociales de las conocencias en el internes, y se experimentaba cometiendo excesos sentimentales con desconocidos que se hacían parte de uno. Parece que son más sanos estos tiempos, de tratos cercanos y civilizados, de normas implícitas que nos protegen de las obsesiones virtuales. Pero de pronto se extraña eso: las seis horas de chateo íntimo con los desconocidos/conocidos, que nos hacían sentir más nosotros, más huérfanos y conectados con mundos más fascinantes. Quizá lo peor sea que ahora Damian salga en fotos de blogueros/tuiteros locales, y que solamente cuando esté borracho recuerde a la rabiosa adolescente mexicana. Quizá sea mejor. Pero también sabemos que no.

Rositts dijo...

Alguna vez tuve una amigo por internet... Y tmabien, en algún momento en el que crecí, deje de estar en contacto con el. Ahora no hay posibilidad de encontrarlo.

AndPerseo dijo...

Hola

Llegué a tu blog por un azar del destino pero este post me ha hecho recordar muchas cosas.

Hace un par de años también por azar del destino terminé en un foro donde conocí a mis "mejores amigos de internet" culminando en un viaje a GDL para la boda del hermano de uno...que no era en GDL...

Saludos

Augusto dijo...

Duramente bonito.

El Rufián Melancólico dijo...

Addenda: Olga además dice que este post es el más bonito de todos los tuyos porque el protagonista se llama Damián. Sí, estamos bebiendo. Saludos.

Botica Pop dijo...

no sé si el tema de esto es el internet o las personas que salen (sacas?) de tu vida y que con el tiempo se vuelven una adherencia dolorosa. que si las pudieras ver (contactar?) una vez más desaparecerían como en un conjuro y dejarían de ser material de tristeza en las madrugadas.

Unknown dijo...

Ya sabes, es muy muy bonito. Y muy honesto.

rafafefifofu dijo...

Es súper raro esto de las amistades vía internet. Yo también le entré con gente de varios lados del mundo y cuando dejé de contactarlos me dio lo mismo, pero cuando me mandan mails de vez en vez para preguntar si sigo vivo me entra un gran sentimiento.

Ahora que tienes fama, poder, dinero, sensualida´ y un quemador de DVD, reenviale 50 discos, supongo conservas su dirección ¿no?

¡Suerte querida!

Blue4 dijo...

Llámalooooooooo
Tuve durante varios años un amigo en Bélgica, cuando viví en Europa casi coincidimos, luego el interés disminuyó... Ahora está en mi Facebook, pero ya no es lo mismo ja!

Unknown dijo...

La etiqueta que le va mejor a tu entrada es la de "soy humana". Muchas lamentaciones y una posible solución que no tomaste ni tomarás.

Enrico dijo...

Un post de esos clásicos. Harto bonito.

Miriam Canales dijo...

Yo conocí a alguién en circunstancias muy similares...también es inglés, y un día decidí tomar un avión, llegar a Londres...y ahí estaba él...

Miriam Canales dijo...

Yo conocí a alguién en circunstancias muy similares...también es inglés, y un día decidí tomar un avión, llegar a Londres...y ahí estaba él...

el Profe dijo...

Qué triste, che... Ese gesto de enviarte la pila de DVD's rotulados por otro... Nunca había oído de nada parecido.

Galleta *_* dijo...

=S que triste la vida de el.

Chido que tu eses bien .

Saludos!