Preguntas incómodas (con respuestas francas entre paréntesis)

1. ¿Cómo has estado?

[a) Bastante deprimido. A veces creo que el mundo conspira en mi contra. De pronto tengo la sensación de que la KGB me busca por crímenes contra la humanidad, como a ese escritor checo que ahora resultó un soplón. Luego pienso que todo está bien y ¡PUM! otra vez necesito mis dosis diarias de litio. Me pongo a ver programas malos por la tele y de todos me río. Como grasa y garnachas en exceso. Me miro al espejo y no me reconozco. Y esos malditos comunistas, ¡malditos!

b) Bastante feliz. Tengo sexo casi todos los días. Uh, deberías ver todas las nuevas posiciones que he experimentado, desde la taza de té invertida hasta el puente vertical sobre granizo ardiente. Ya ni siquiera le hago caso a las rozaduras. ¡Compré Capent y todo va súper bien! A veces creo que soy un dios sexual y que las estrellas porno sienten envidia de mí… ¿Y tú?]



2. ¿Cómo me veo?

-aclaración entre guiones: los hombres creen que son los únicos que sufren con esta pregunta, porque generalmente las novias babosas hacen esta pregunta a sus novios babosos. Lo que no saben es que es más tortuosa para una mujer, naturalmente viniendo de otra mujer, porque te sientes obligada con el género a ser honesta y sensata, y contestar algo más elaborado que un “pus bien”. No: tienes que agregarle de tu cosecha para que suene auténtico, no obstante halagador; útil, pero no ofensivo; sincero pero sin falsas adulaciones. Oh, la verdad es que más bien odio cuando mi hermana mayor me lo pregunta. Eso es todo. Pasemos a las respuestas francas-

[a) Horrible. Esa blusa está pasada de moda y esos zapatos son ultra-nacos. Los pantalones no te quedan porque tienes panza y tu tono de piel es pálido y sin vida. ¿Por qué no mejor te suicidas y me dejas todos tus millones de herencia? (esta respuesta sólo funciona con gente adinerada).

b) Bien. Me das envidia. Suicídate.]



3. ¿Qué has hecho?

[a) Pues.. conseguí trabajo y me pagan una porquería; luego me fui de vacaciones a Uriangato, Guanajuato, y se me pegó una garrapata. Quise comerme unos tacos al pastor y me dio diarrea. Cuando regresé, me habían embargado, pero no hubo probemas porque no había comprado muebles. Luego fui al cine: vi una película aburridísima que terminaba con una entrevista en la televisión española. Después de eso me fui a comer unos tacos al pastor y otra vez me dio diarrea. Luego descubrí que era Sida. ¿Y tú?

b) Muy bien. En realidad, no. Sólo digo que bien para hacerte sentir mejor con tu propia vida, porque si no entramos en detalles es mejor para ti. Porque la esclarecedora levedad (espera: ¿puedo usar tremendo adjetivo con tremendo sustantivo sin marearte intelectualmente?) de un sutil y ambiguo “bien” te dejará tranquilo y sin cargos de conciencia. Porque así no tienes que enterarte de verdad lo que he hecho. Es más: en realidad ni siquiera te importa. Si te importara, harías una pregunta más elaborada. Rescatarías eventos que recuerdes y los situarías en un contexto actual: ¿Qué has hecho en tu oficina de Prado Norte desde el avionetazo y cómo influyó eso en tu actual vida interior/espiritual?]



4. ¿Todavía andas con tu novio/novia?
(el interlocutor contestará un rotundo y simple no)
¿Por qué?

[¿De veras quieres saber la VERDADERA razón por la que terminé con mi pareja? ¿No te das cuenta de que es la pregunta MÁS incómoda de todas y que jamás, nunca, tendrá una respuesta feliz? Pues aquí voy:

a) Me fue infiel.

b) Le fui infiel.

c) Tiene Sida.

d) Peleábamos como perros y gatos.

e) Me golpeó.

f) Lo golpeé.

g) Diferencias irreconciliables: a él/ella le gustaba comer arroz con palillos y me regañaba cuando yo usaba tenedores. A mí me gustaba ver Friends y el otro era fanático de Law & Order. Yo amo el reguetón y el otro la música clásica. Yo tengo una libido sin parangón y el otro es un maldito frígido de segunda. Se saca los mocos en mi presencia. No le jala al baño. Se acabó mi cereal del duendecito mágico. Deja sus calzones tirados en el piso. No comprende mi afición por la quema de gatos vivos. Etcétera.]


Apoyo una moción porque estas preguntas idiotas se supriman de la charla común.