Acabo de sintetizar un gesto propio de las personas que son cultas en extremo, y que suelen activar en medio de una disertación sobre los siguientes temas:
1. La comedia británica a mediados de la década de los setenta.
2. Gramsci.
3. El origen de los albures en los corridos mexicanos.
4. La crisis de la cinematografía catalana.
5. Marx. Groucho.
6. Platillos fusión con influencia de la cocina prehispánica.
7. Gramsci. Con drogas.
8. Política neoliberal.
Entre otros temas de diversas disciplinas, generalmente humanísticas. Este gesto sólo es perpetrado por individuos con una formación académica de excelencia, cultivada en las mejores universidades del orbe, y con promedios perfectos en expedientes perfectos. Por supuesto, su cultura no cae en el simple culteranismo, porque su sapiencia ha rebasado todo nivel de discusión. Son, sencillamente, semidioses con apariencias humanas. Y nerds.
Naturalmente, he conocido algunos de estos raros especímenes durante mis viajes por cantinas del inframundo defeño. Sin embargo, sólo tres individuos tres han reunido esta peculiar característica -que me parece tan simpática y ensoñadora como la sonrisa de John Mahoney.
El gesto, tan simple que casi haría pensar que es susceptible de ser imitado por cualquiera, consiste en mirar hacia arriba mientras se habla. No hacia arriba del modo en que mirarías un punto específico en el techo o en el árbol de la esquina. Simplemente hacia arriba. Hacia la nada. Hacia -SHAZAM- tus pensamientos.
Me gusta escuchar a esta gente hablar. Me hace pensar en su inacabable-mundo-interior. En la cantidad de telarañas mentales que deben habitar dentro de sus cabezas. En las noches de insomnio que han de pasar recorriendo el mismo pensamiento, la misma digresión, el mismo análisis, una y otra vez. Lo ávidos que deben sentirse al día siguiente por ir y contarle su descubrimiento al señor que vende periódicos en la esquina o al alumno hormonal o al colega cuyo cubículo siempre apesta a tamal de mole.
15 comentarios:
El error, Lilians, es ir a esas cantinas de ese inframundo defeño, en vez de optar por los bonitos bares de los muchos sanborns. Ahí encontrarías burócratas novatos o veteranos, los primeros miran tu escote con ansiedad, los segundos miran tu escote con nostalgia; en todo caso, ninguno tendrá la capacidad de elevar la mirada hacia el techo. Sus temas también son menos interesantes pero si tienen karaoke pueden cantar a José José y podrían hacerte sentir algo semejante a la compasión. Sobre lo de Issa, completamente de acuerdo. Lo más triste es que es una persona más inteligente de lo que muestran sus pelis. Pero hay que comer hay que comer (ahí nos hallamos en la que siga. Come frutas y verduras)
Yo siempre miro hacia arriba cuando hablo, para poder engañar a mis interlocutores y que crean que poseo una amplia cultura y he descubierto que los hay tales, que les puedes soltar citas de "María: la del Barrio" y ni se dan por enterados. Jo.
En compañía de Mr. Google, tomados de la mano buscabamos algo de drogas, sexo, musica y... más drogas. Dimos derechito con este blog.
Lindo post. Se le quiere y se le extraña drug.
Tu entrada (en el blog) ha acrecentado más las entradas (en mi cabeza)por cuanto, aunque miro hacia abajo cuando hablo, miro hacia arriba cuando escucho, lo que me ha dejado fuera de cualquier categoría, confundido y más calvo que antes de empezar a leer.
Rufián, malas noticias, los bares de Sanborns ya se están poniendo de moda entre los que hablan de Gramnscie alzando las narices.
Yo digo que hay que ir a donde te sirvan bastante y a bien precio, no importa para dónde hagan las narices los mamones.
Pues yo conozco a cierto director de cierta revista de monos que cuando habla, siempre mira para arriba… Y no creo que sea ultra-culto para nada…
¿Tú crees?
a los 'divos' les aclaro que,
no
señor
no
yo no dije
hipertenso
sino
hipermenso
quién madres es Issa López? el muno debe andar muy mal si alguien con ese nombre iene una peli, onde quedaron nombres como Valentín Trujillo o Dolores del Río...pero Issa López??
Los comentarios de Isteri son la onda, por eso prefiero salir a beber con él...aunque mire para todos lados cuando habla jejeje...
Entiendo perfeeecto tu sentir.
Muerte al divismo.
Hace poco puse un post sobre este tema. Y su título es el mismo que mi conclusión: Los intelectuales no hacen el amor.
Ahora sí, aquí en los comentarios puedo decir quiénes son esas 3 personas:
Rafael Barajas El Fisgón. Es encantador y habla sobre los albures con la mayor propiedad y dominio del tema.
Patricia Arriaga. Defiende la televisión como nadie y es ultra-alivianada, güeeeey.
Mi maestra de teoría social en la universidad, Martha Gloria Morales. Hablaba de Gramsci a discreción y miraba hacia arriba en todas las ocasiones.
¿Ya viste? Tú estás viendo hacia arriba en tu foto…
Pues yo siempre miro hacia abajo, pero es porque, OBVIO, estoy por encima de todos.
Incluso del Gramsci ese; si hasta en la cárcel estuvo, el güey.
Kai xydycyj es cubresrad u oist ciebsi gaxua attuva
...Lo dificil es contestar un post viendo hacia arriba.
Como podrán constatar si intentan leer las dos primeras líneas.
No se como no descubrí tu blog antes!!
Mañana voy a ir a un programa de radio universitario (estudio comunicación) a hablar de un tema ¡básico! en nuestra sociedad... "playas nudistas...¿te atreves?".
Veré para el firmamento mientras hablo, seré la envidia de los ñoñales de Filosofía!
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