Un chingamadral de cosas que usted no sabía sobre su servilleta

El narcisismo es lo de hoy: frase contemporánea que debería ser tatuada con fuego en una superficie lisa y de preferencia no flamable. En un sitio público y frente a una multitud. En un acto que incluyera la mutilación de un niño de ojos grises como advertencia y mero chow, para generar controversia y asegurarse la portada en todos los pasquines de esta gran nación.

Todas esas frases huecas que saturan las redes sociales, todos esos “soy una persona linda y buena onda”, “me gustaría hacer amigos de todo tipo”, “gracias por el add” y “leo y escucho de todo; soy una persona ecléctica”, todas esas descripciones banales y superfluas, estúpidas e innecesarias, redundantes e ingenuas... Todos esos datos inútiles sobre la banda y bebida favoritas de la Pinche Gente® deberían ser prohibidos tajantemente con una cosa así:

“Prohibido escribir sandeces en el perfil de tu red social de preferencia”.

Nada demasiado brusco u hostil. Sólo una advertencia. Y cuando menos se lo esperen: ¡Pum! ¡Un niño mutilado de ojos grises a domicilio!

Así que hoy, y sólo por tiempo ilimitado, me propongo hacer una lista de “lo que no sabía sobre... (su servilleta)” que verdaderamente ilustre la clase de alimaña que soy.

Lo que usted no sabía sobre su servilleta -ni tendría por qué saber...

* Tuve un blog espurio llamado, sí, “Cocktail Genital”

* Algo que no saben los de mi facultad: durante unas vacaciones ociosas hice la relación, con escritura automática y sin ninguna clase de esquema, de TODOS los chismes que oí durante los primeros semestres. Al final el asunto quedó como una novela con excelente redacción, pero de contenido esencialmente apestosón: borracheras, peleas, sexo premarital, infidelidades, borracheras, sexo premarital, peleas e infidelidades. Durante algunas semanas acaricié la posibilidad de publicar la obra maestra, pero luego me di cuenta de que aquello no funcionaría porque, en general, la vida de unos pobrecitos universitarios disipados puede ser terriblemente aburrida, ingenua y absurda. Y porque, además, todos ellos me odiarían/demandarían/lincharían eventualmente. Y algo más: yo casi no aparezco en el mamotreto, salvo en pasajes aislados donde generalmente soy el receptáculo de comentarios como: “no sé por qué, pero te tengo muuuucha confianza”. Pues ahora ven que no debieron... zoquetes.

* Tengo una secreta afición por la ropa vieja o usada (si es ambas, mejor). Ejemplo: abrigos y sacos hurtados con alevosía del ropero de mi difunta tía abuela Guadalupe Real, prendas que generan comentarios de admiración y respeto.

* Me pinto mal las uñas y casi siempre hay alguien que pone de relieve esta particularidad, lo que en el fondo me causa un conflicto emocional.

* Mis calcetines son azules.

* Cuando de bebidas se trata, prefiero el chocolate Morelia al Chocomilk. Un buen vaso de leche y una conversación... escuchada por accidente a través de la ventana. Poner música suave: Ritmosón. En compañía de mi bola de cristal.

* La gente me dice todo el tiempo (no les miento): ¡”Com-per-mi-so”!

* En la secundaria tuve un compañero que se llamaba Aurelio, ¡Aurelio!

* Tengo miopía y astigmatismo. Combinado. A partes desiguales. Dolorosa e innecesariamente desiguales.

* Mi educación sentimental estuvo mayoritariamente formada por Eres. Cosas como ligar, hacer “equipo” con tu peor-es-nada o ya-sabes-quién, saber que las drogas “no son plan”, irte de antro o con los cuates en buena onda... son conceptos que aprendí por entero de los Excelsos Artículos de Pilar Obón (según Google, su Pullitzer no le ha llegado). Nada mejor para desafiar la vida que saber los mejores métodos anticonceptivos a una edad en la que estás lejos de poder usar los métodos anticonceptivos.

* Me estoy rascando el ojo.

* Siempre he querido liarme a golpes con alguien. Es un deseo reprimido. Casi siempre sueño que una persona que conozco incidentalmente (la amiga de una amiga; una cajera; la maestra de lenguas austrohúngaras) me ofende a tal grado que es necesario remangarnos las camisas y darnos unos buenos puñetazos enfrente de la gente. Pero, felizmente, no tengo enemigos de ningún tipo. Por lo tanto: hace dos semanas pasé enfrente de una tipa que me cae medio mal sin razón definida y la miré feo, esperando que la ofensa fuera de tal magnitud que no quedara otro recurso que golpearnos... pero nada.

* Me gusta el pan dulce.

* Me gusta la nata.

* Me gusta el pan dulce con nata, ¡oh!

* Mi ateísmo está fundamentado en una serie de argumentos sólidos e irrebatibles, que a su vez están fundamentados en extraterrestres.

* A los doce años, el Amor De Mi Vida (de los doce años) le llegó a Pamela Rosas. Mi método de saneamiento inmediato: tirarme en mi cama y escuchar un casette de Era durante toda la tarde.

* Infalible.

* ¿Cita favorita? Dos palabras: juegos mecánicos.

* Esa cita era de F. Scott Fitzgerald.

* Acá termina la lista.

Apuesto que ahora me conocen mucho mejor que si les dijera cuáles son mis jobis, qué música horripilante y de mal gusto escucho, cuál fue la última película que vi gratis y qué libros me gustaría leer en un futuro incierto.