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Me siento inexplicablemente deprimida y me avergüenza sentirme así. Todo esto me resulta muy irónico y da pie a innumerables masturbaciones mentales, que incluyen pensamientos con ínfulas de ironía sobre la vida en su carácter de rueda de la fortuna y de cómo un año que empezó muy mal acabó muy bien. Y cómo un año que, por ende, debió empezar muy bien... se va a pique poco a poco.

Debe ser la nueva imagen de Amy Winehouse -o como la rebautizó Perez: Albino Wino- lo que me tiene así:



Nah.