21 de enero de 2008

Sobre cómo un post emo puede generar preguntas ociosas en el Messenger. Nah.

Según mis planes, muy pronto voy a dar un salto al vacío y el resultado puede ser fractura frontal fulminante o isla soleada y tropical con buena temperatura y mojitos adornados con una sombrilla.

Los propósitos siguen en pie. Hoy me acerqué peligrosamente a terminar uno, porque todos sabemos que el primer paso para terminar algo es empezarlo.


Un lector, muy indignado, se levanta de la mesa y le grita a la computadora, como si su pantalla pudiera responder por las obviedades que su servilleta está escribiendo.

Es la emoción.

Nada, hoy fue mi primer día en las prácticas profesionales en un periódico muy respetable de la ciudad. Todo fue alegría y felicidad. Cabecear cosas como "Roban cinco becerros; dos tenían cáncer de próstata" y arreglar defectitos de la redacción, la gramática, la ortografía y el sentido común, los que sin duda me convertirán en una mujer prematuramente neurótica con un odio inconmensurable hacia la Humanidad entera.

Como en toda buena película sobre la vida, en un momento dado llegó una reportera muy ruidosa y se sentó a mi lado. Enseguida platicamos sobre las coincidencias de nuestra vida (el mismo peinado, la misma universidad y la misma tendencia a hablar hasta por los codos), y luego ella siguió dando teclazos furiosos y hablando sola mientras yo veía el video de una pareja de chinitos besándose en el metro.

Aún es tiempo de hablar bien de mis jefes y no temer secretamente que encuentren este bló y entonces toda mi imagen de Periodista Respetable se venga abajo. Buena onda, todos. Hola jefe: no rezongaré respecto a todas las comas que quieras poner. Mira: ,,,,,,


En el fondo sí puedo poner comas donde no van. Como aquí: La Secretaría de Seguridad Pública, no cree... (Aaggrrrrhhhggg)

Juro que en el futuro no escribiré algo como esto*.

Quieeeeeeeeeeetos.

* Un quemón escrito de forma muy adolescente, lleno de quejidos innecesarios y colores chingapupilas, que seguramente me ganará una demanda prontamente. Pero en ese entonces no me importaba quemar a la gente así por el blog. Bah. Todavía pienso que es un maricón con muy mal sentido de la moda. Hola Julián, ¿las paces?

4 comentarios:

Lover dijo...

No chica, lo que yo sugiero es que comiences a decir las peores cosas de tus jefes en este blog. Así siempre tendrás esa adrenalina de saber si ya lo descubrieron o no

Malakatonche dijo...

El último parrafo no entendí, ¿era haiku-nota mental?.

Puede -tentativamente- adoptar la técnica Carmen Aristegui: usar el espacio que te dan para despotricar contra tu empleador y mandar al carajo los spots publicitarios -que pagan tu sueldo- para terminar tu plática con Lydia Cacho.

Lo más seguro es que te vayan a correr, pero igual y se mueren por contratarte en otro lado por tu lado contestatario y anticensura.

Mejor cómprale un café tu jefazo y dile que te gusta mucho tu trabajo.

Quéjome dijo...

"los que sin duda me convertirán en una mujer prematuramente neurótica con un odio inconmensurable hacia la Humanidad entera."

JO!, cualquier, trabajo, de, oficina, logra, eso, en, un, dos, por, tres, :D,

Tienen,,,, algo, de,,, malo,, las,, comas,, de,, mas???,,,

Taka X dijo...

Pues si te lanzas al vacio como puede fracturar? el vacio se encuentra en estado solido?
Solo entiendo lo de quemar todo, bueno no todo solo a la humanidad, al mundo y luego el universo entero... alguien hablaba de neurosis?
Ahora no solo eso si no mala memoria jajajaja