22 de febrero de 2007

Los bancos de datos son tan inútiles como un salvavidas en mar abierto

(¿Lo notan? ¿No es acaso una paradoja?)


Ayer, desde las diez de la mañana y hasta las nueve de la noche, estuvimos viendo películas. Cuatro en total. Tres de ellas que he visto al menos cinco veces. Soy una daga.

Monty Python y el Grial Sagrado: La cinta que cambió mi vida por completo y me decidió a reclutarme en un monasterio budista, del cual salí preñada y drogadicta. Además de eso es, según mis cálculos, la película más graciosa que existe. No creo sinceramente que exista un humor más fino, blanco, simple, soso y excepcional que el de los Monty Python. La columna vertebral del humorismo fílmico, oh sí.

Amélie: Una joyita francesa con música excelsa y una historia enternecedora, excelentemente escrita y bellamente filmada. Imposible no derramar las de cocodrilo con ella. Cuántos recuerdos invaluables del café Deux Moulins y la hermosa banda sonora de Yann Tiersen, que yo misma solía escuchar sin descanso en el café Dos Minutos... aunque no admito comparaciones de ningún tipo (para empezar, Amélie tiene dos popotitos como piernas y su servilleta... pues no).

El Bebé de Rosemary: La mejor película de terror psicológico; sobria y discreta a pesar de lidiar con brujería y satanismo, creíble y sensata sin ser aburrida. La mejor y más fiel adaptación de un libro a una película y la actuación más convincente de la Farrow. Además el papel estelar de un cuchillo cebollero y los ojos del mismísmo Belcebú con musiquita inquietante de fondo.

El Increíble Castillo Vagabundo: No la había visto, pero ya antes había admirado el trabajo de Hayao Miyazaki con El Viaje de Chihiro. Dibujos bien bonitos que nomás de verlos me dan ganas de llorar y llorar y llorar... Además de una historia surrealista -que no fumada- con magia, amor, bellos paisajes, crecimiento personal, cambios de color de cabello, un metrosexual de clóset, viscosidades verdes y un castillo parlanchín/animado que, encima de esta particularidad, ¡es vagabundo!

(Descripciones cortesía de mi hacedora de sinopsis interna)

Además de proteger nuestros intestinos con refresco de cebada (saludabilísimo para cualquier mayor de edad), lo más loable de las horas interminables con los ojos fijos en la televisión fue que la concurrencia tuvo la oportunidad de escuchar toda clase de comentarios curiosos y oportunos entre escena y escena.

Por ejemplo:
* ¡Oh! No estaba ensayado que la toalla amarilla le cayera encima.
* Roman la echó a la calle a cruzarla sin avisarle, al fin que ni la iban a atropellar.
* ¡Oh! Graham Chapman ya murió y era gay.
* Mathieu Kassovitz dirigió aquella mafufada de Gothika.
* ¡Sí! ¡Sí era de cartón! No los dejaron filmar en castillos verdaderos.
* Ese hígado crudo es real... ¡Y Mia tuvo que comerlo entero!
* Terry Giliam (el lacayo Patsy) dirigió la película y ahora hace cosas fumadotas.
* Esa lámpara no era realmente azul, ¡la digitalizaron por computadora!
Entre otros datos curiosos.
Lo que quiero decir es que, después de ver una película cualquiera y leerme íntegra su ficha en IMDB, la trivia insoportable no se me despega ni con jabón abrasador.

¿Qué hago? ¿Debo dejar de ver películas que-ya-vi-con-anterioridad en compañía de personas que no las han visto? ¿O simplemente debo cerrar la boca?
¡Alá: ilumíname!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hey my drooguie friend!!

Vaya tarde de película que nos hechamos ¿no? Estuvo de ultra lujo. A excepción de los comentarios desafortunados y totalmente fuera de lugar de cierto individuo aficionado al futbol. Pero bueno que le vamos a hacer.
En cuanto a los comentarios curiosos, déjame decirte que son necesarios. Yo misma te daré algunos de la única película que no habías visto:
La historia está basada en la novela homónima de Diana Wynne Jones alumna de C. S. Lewis y J.R.R.Tolkien.
Fue nominada a un Oscar como mejor polícula animada en el 2006, entre otros premios y nominaciones.
La voz del mago Howl, en su versión en inglés, la hace nada menos que el papacito de Christian Bale.
Un dato más de regalo, y que no viene al caso, la película en finés se llama Liikkuva linna...uuuóralesss.
Así que mi queria amiga ya ves que estos datos son indispensables. ¡Qué háriamos sin ellos! Amén
Tania