The name is Bond, James Bond

Ya he dicho alguna vez que mi sacrosanto padre es ávido seguidor del agente número siete con licencia para matar. Y cuando digo ávido digo, en términos más corrientes, fan from hell. No me gusta el vocablo geek, tan petulante como otros terminajos anglosajones, pero ya escribí (con todo el dolor de mi mexicanísimo corazón) fan from hell, así que lo diré así:

Mi padre es un geek.

Y por lo que sé, la genética no se equivoca. Así que, vamos, ustedes ya lo sabían... pero:

Su servilleta es una geek.

Aclaración Importante::

Nunca he sido fervorosa seguidora del 007. Sí, he visto muchas de las 21 películas del superagente secreto y sí, sé que prefiere su martini batido -no revuelto- y que el único amor de su vida fue (¡ay!) Tracy Di Vicenzo a quien le dieron cran el mismo día de la boda y sí, sé que George Lazenby nomás tuvo la suerte de interpretar al James una sola vez en su vida (y los rumores indican que luego se dedicó al soft-porn... ¡con razón!) y sí, sé del Aston Martin y del maldito Mandíbulas y del cigarro misil y de la vez que saltó entre cocodrilos y todo eso. Todo eso sé. ¿Pero quién no con un padre como el mío? Si a los ocho años sabes mejor quién es Pussy Galore* que quién jodidos es Benito Juárez, ¿no es cierto entonces que esas aficiones no son adquiridas sino más bien heredadas? No puedo evitar emocionarme con James Bond, así sea nomás por tradición familiar.

vs

PERO...

Casino Royale es la mejor película de James Bond que he visto en mi vida. Oh, nunca pensé que fuera posible conmoverse hasta las lágrimas con las aventuras del Bond, James Bond. Si quieren gastar 42 pesos inteligentemente, notarán cosas fenomenales como:

* En la escena en la playa, mientras departe con el primer amor de su vida (¡tengo que resistir para no derramar la lágrima!), Vesper Lynd, podrán observar en la oreja de Bond James Bond residuos de a) jabón o b) pellejos.

* Un Bond James Bond con harto sentido del humor… incluso cuando le están dando tremendos guamazos en las bolas.

* ¡M tiene esposo! O es una zorra. Una de dos.

* Cuando Bond James Bond se está besuqueando con la que en la vida real se hace llamar Caterina Murino, observarán un hilo de baba que se comparten amorosamente.

* Bond James Bond es más güero que los chiles güeros. Notarán que hasta sus pestañas y cejas son güeras. Ajúa.

<--- A ella la mataron con "oro líquido". Uy.

* Chicas Bond con peinados bonitos, no como la jamaiquina May Day (Grace Jones) y su peinado afro al cepillo.

Un gringo haría la siguiente broma:

Hey, May Day, llamó The Fresh Prince of Bel-Air. Quiere su peinado de vuelta.

DUH.

* Sebastien Foucan y su técnica parkour (en la sala se escucharon comentarios como “¡es el mismísimo Diablo!”).

* Un Bond James Bond que se deleita la vista consigo mismo, frente al espejo. Lo mejor de la cinta, según le dijo Daniel Craig al reportero Iván Morales, fue “tener un traje a la medida. No importa cuánto cueste, todo el mundo tiene que mandarse a hacer uno, aunque sea sólo una vez en la vida”.

* La desaparición (¡por fin!) de Miss Moneypenny, la insufrible secretaria con la que el Bond James Bond estuvo coqueteando por más de 44 años (el señor Bond nunca nunca iba a pelarte, pobre secretariucha patética...).

La dejaron para vestir santos

* Un James Bond humano, verosímil, sensible, rencoroso y vulnerable, que sangra y llora... (tengo una basurita en el ojo)

* El cuerpo varonil y bien formado de Daniel Craig. Oh, cásate conmigo, aunque no seas moreno de ceja negra. Cásate conmigo: no tendré celos de las otras chicas Bond.

* Y la razón más importante: Daniel Craig. Daniel Craig. Daniel Craig.

¡oh por el amor de Alá!

* Otros nombres ridículos de chicas Bond son Christmas, Jinx, Honey Ryder, Solitaire, Domino, etcétera.