30 de octubre de 2006

Mi espíritu celebraticio está atrofiado

Acabo de llegar de la contemplación exhaustiva de una serie de altares de muertos muy ridículos, lo que me hizo descubrir que mi espíritu celebraticio está muy atrofiado y que, si alguna vez llegara a publicarse una encuesta del tipo, yo saldría triunfadora en la categoría "más amarguetas".
Porque sí. Su altar es ridículo. Pinches estudiantes de Sociología con delirios de grandeza. Sí, lo oyeron bien: DELIRIOS DE GRANDEZA. Ni siquiera voy a enumerar la serie de lugares comunes que me llevaron a la consabida conclusión. Sólo diré una cosa:


¿Conciencia social?


¿Están pachecos o qué? ¿CONCIENCIA SOCIAL? ¿Quién pinches le dedica un altar de muertos al concepto abstracto y trilladísimo de conciencia social?
Y no me importa que alguno de mis condiscípulos me sorprenda en esta perorata. Son ridículos. Emplear tres cuartos de hora en explicar el significado de los escaloncitos y la verticalidad y los arquitos que obligan a la reverencia y la tipa con venda negra cargando copal y el texto kilométrico sobre la imposibilidad de dividir la Historia en bloques y reciclar teorías de su Walter Benjamin y luego invitar a los presentes a "interactuar" con el altar y pasar de uno en uno para sentirse "dentro de él" y luego vigilar que no me robe su mugrosa calaverita de azúcar...

Qué ridículos.


Ya. Empleé exactamente dos groserías (pinches y pinches), lo cual puede ilustrar al analítico lector sobre mi iracunda ira.
Además creo que ya se me subió el azúcar a la cabeza.


éste es un verdadero y típico altar de muertos, no sus mafufadas de conciencia social, JA JA, pequeños burguesitos con pretensiones jipitecas



Linduras como ésta nos distraen de pensar que desde 1999 han sucedido 251 suicidios en el Metro y que las líneas de Taxqueña-Cuatro Caminos, Indios Verdes-Universidad, Pantitlán-Observatorio y Garibaldi-Constitución son las que han registrado mayor número de arrollados. También que para los suicidas es "cool" arrojarse al Metro pues es una forma segura de morir (funciona el 99.9% de los casos). O que el SCT Metro brinda apoyo psicológico a los chofis que terminen traumatizados luego de llevarse a un cristiano entre las patas.
Y si no me creen pregúntenle a Yetlaneci Alcaraz, del Universal.


Actualización increíble:
Luego de escribir estas amables palabras, salí a la cancha de la facu para convivir con los jipitecas megalómanos y he aquí que casi muero. Sí, estuve a dos centímetros de morir calcinada por las llamas abrasadoras de una velotota que un sujeto roció de gasolina. Y ante la posibilidad funesta de una muerte segura, a mis 20 años, aún joven y bella y vigorosa y noble y excepcional, sólo atiné a salvar mi mochila, donde guardo tarjetas de Alf (porque regresó... ¡en forma de tarjetas!).
También uno de los que hicieron ese altar, luego de leer mis párrafos "mordaces" y "mala leche", me pintó dedo y me dijo que era una bitch. Como no hablo inglés no entendí bien, pero supongo que fue un halago ante mi inevitable sinceridad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

JAJAJA pues te hubieras robado la calaverita de todos modos...¡tan caras que estàn en esta temporada caray!

por cierto...necesito preguntar ¿donde conseguiste las tarjetitas de alf, donde dondeee?? debo tenerlas, menos mal que salvaste tu mochila para que me las presumas luego ehh