1 de noviembre de 2006

Alguien páseme una aspirina

Ayer vi a Placebo... Por cuarta vez en tres años.
Acababa de cumplir diecisiete años cuando los vi por vez primera. A mis veinte, no pudo ser más adecuado escucharlos en la noche de Halloween: todo el espíritu androginito que echa mano del maquillaje para existir. ¡Gracias Alá!
Por lo pronto me duelen las pantorillas, la espalda, la cabeza y los músculos faciales de tanto sonreír.
Voy por medicamentos.
Y crónicas más o menos elocuentes en los días venideros, con la consecuente aclaración de la calaverita de azúcar tamaño jumbo que nos echamos para tener harta energía.
Nunca había comido tantas calaveritas juntas en mi vida.
Wujú.

1 comentario:

Anónimo dijo...

no manches que conciertooo
carajo que concieto!!!!

ya espero leer la reseña, tocaron i knooowww!!!!