5 de junio de 2006

Toni Collette Tiene Cara de Risa


Y que conste que mi argumento no tiene un ápice de ofensa hacia la magnífica actriz australiana, nacida el 1 de noviembre de 1972 en la bella ciudad de Sydney. Invito, sin embargo, a que observen detenidamente su rostro:

<----Muriel de La Boda de Muriel en su foto de boda (¿más reiterativo?)

Creo que he visto las películas más representativas de la trayectoria fílmica de Toni Collette. Y siempre pienso, invariablemente, que tiene la cara más graciosa de toda la historia del cine.

Pero recapitulemos...

El mundo conoció a Toni Collette en 1999, con el thriller psicológico (mote asignado por críticos de pacotilla que quisieron verse muy noveu al clasificar la película) de M. Night Shyamalan, The Sixth Sense (el Sexto Sentido, pues). En el filme, Toni personifica el muy bien logrado papel de Lynn Sear, la atormentada madre de un chamaco que, encima de raro, ve gente muerta. En ese entonces, nuestra buena Antonia Collette contaba con 27 añitos, aunque ya se le notaban unos quince más. Lo anterior debido en buena parte a su magnífica caracterización de una madre confundida y abnegada, aunque también por esa cara de chiste que ni un Bruce Willis asesinado le quita. Sabemos que estamos ante una prominente Actriz (con mayúscula) al observar la siguiente escena, en la que Cole bonachonamente le comunica a su madre que la abuela muerta de vez en cuando se da sus paseítos por el reino de los vivos. El diálogo, más o menos, va como sigue:

Cole Sear: Ella quería que supieras...
Lynn Sear: Cole...

Cole Sear: Quería que supieras que te vio bailar. La abuela dijo que cuando tú eras pequeña, ustedes dos tuvieron una pelea justo antes de tu recital de danza. Tú pensaste que ella no fue a verte. Pero sí lo hizo. Se escondió en la parte trasera para que no te dieras cuenta. Me dijo que eras como un ángel. También dijo que fuiste a su tumba. ¿Le hiciste una pregunta? Dijo que la respuesta es... todos los días. ¿Qué le preguntaste?

Lynn Sear: Si... si está orgullosa de mí...

La escena es conmovedora. Yo, que lloro hasta con Liberen a Willy, no pude evitar derramar las de cocodrilo...

---como la atormentada Lynn Sear

Un año antes, en 1998, Toni Collette había protagonizado junto con Ewan McGregor, Jonathan Rhys-Meyers y Christian Bale aquella obra maestra titulada The Velvet Goldmine (que para variar nunca fue distribuida en las salas de cine de México). Producida por Michael Stipe (sí, el peloncito de R.E.M.) y dirigida por Todd Haynes, la película es un viaje no del todo hipotético alrededor de la supuesta relación entre Iggy Pop y David Bowie -en su etapa, por supuesto, de Ziggy Stardust-, personajes encarnados por McGregor y Rhys-Meyers, respectivamente. Curt Wild y Brian Slade te agarran del cuello (llevarte de la mano sería demasiado sutil) y te arrastran hacia el bajo mundo de la música glam: excesos, rocanrol, sexo y mucho, mucho maquillaje.

---sombra aquí y sombra allá, maquíllate, maquíllate

La historia comienza en 1984 (año lo suficientemente mítico según un tipo que se hacía llamar George Orwell). El reportero Arthur Stuart (Christian Bale sin su capa de Batman) es el encargado de investigar la misteriosa desaparición de la otrora estrella de rock, Brian Slade (aparentemente asesinado en medio de un show). Lo que no sabían, ¡ajá!, es que Arthur era fanático declarado de la estrellita en cuestión y que su investigación lo llevará a desentrañar no sólo el enigma de un autoasesinatofalso, sino también los oscuros confines de su personalidad.

---Miren de quién era fan el bueno de Arthur
Placebo participa en la película -no sólo en el soundtrack- como actores de lujo. Brian Molko es Malcolm, cantante por demás florido del grupo Flaming Creatures, banda que comparte con el buen Steve Hewitt en el papel de Billy. Stefan Olsdal es solamente el bajista de Polly's Small Band. Una razón aún más poderosa para alabar a The Velvet Goldmine.

----¿Y tú qué me ves?

Pero nos hemos desviado. En la cinta, Toni Collette es Mandy Slade, la curvilínea, medio zorra y neurótica esposa de Brian. Ella es la que termina por soltarle toda la sopa a Arthur y en el ínter no puede evitar proyectarse: sólo porque alguien ve, ya sabes, dos personas desnudas durmiendo en una cama, eso no es necesariamente una prueba fehaciente de que tuvieron sexo. Aunque a menudo sí es un aspecto considerable, declara sin empacho alguno.

Uno sólo disfruta de verla fumar, usar un centenar de pelucas de mil colores, gritar, emborracharse e implorarle a Brian que no la abandone. Verdaderamente, un gran papel para una gran actriz.

Galería


Luego, en el 2002, apareció en una comedia inglesa ligerona llamada About a Boy (Un Gran Chico) con Hugh Grant y Rachel Weisz. Nuevamente y por alguna extrañísima razón, le enjaretaron el papel de madre mortificada. La Collette se lució, evidentemente, pero de neurasténica no pasó.

En el 2003 le llegaría un papel que le viene como anillo al dedo: la desparpajada geóloga Sandy Edwards en Japanese Story (o sea, Una Historia Infiel o cómo un título idiota puede revelarte toda la trama de la película). Hermosa cinta de un amor bastante extraño entre la australiana irreverante y el ceremonioso japonés. El realismo de la película es admirable, así como el sorpresivo final. Como no quiero exponerme a los jitomatazos, me lo reservo y en cambio les extiendo una sincera invitación a que renten la película en su videoclub favorito.

la reseña anterior no fue auspiciada por ninguna distribuidora de cine

En 1995, Toni protagonizó una película con un bello nombre (el de su personaje, por supuesto): Lilian's Story. Sin comentarios.

En 1994 fue Muriel Heslop, la solterona gordinflona fanática de los ridículos de Abba cuyo único y más profundo sueño en la vida es casarse. Y vaya que lo logra...


Ah, es un alivio anunciar que Toni tiene tres proyectos en puerta: The Night Listener, Little Miss Sunshine y Like Minds (favor de ignorar lo absurdo de los títulos).

Conclusiones:

No hay duda de que hay rostros graciosos

pero rostros con gracia... sólo Toni Collette

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