publicado el 7 de septiembre de 2005
No hay posición adecuada para la constitución anatómica del cuerpo humano. ¿Y qué hacemos si no estar de pie o sentados o acostados, presionando o aflojando las nalgas, moldeando una parte íntima y delicada, bella y sutil?
---->¡Siéntese ahí!
O caminamos (y nos cansamos por el esfuerzo físico) o permanecemos horas sentados e inmóviles (corriendo el riesgo de padecer hemorroides). O estamos parados o acostados, sometiendo la lógica existencial a una mera presión en la parte baja de nuestra constitución morfológica.
Parado tampoco es muy chido<-----
¿Acaso no hay más posiciones, más movimientos, más razones de vivir? ¿Será cierto que estamos tan limitados de cuerpo como (muy seguramente) estamos subyugados de mente?
Permanecer de pie provoca várices, permanecer sentados provoca almorranas. No hay opción, no hay razón.
Las esferas de la movilidad humana son tan inescrutables...
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