28 de diciembre de 2009

Me gusta ser mansa cuando los directores quieren (contiene spoilers remarcados en rojo)


El sábado fui a ver Avatar 3D con mis
droogies de toda la vida. Durante toda la película me conmoví, a veces hasta las lágrimas, y aplaudí internamente cuando a James le hubiera gustado, y me regocijé y sufrí y VIVÍ (como un ñoño que vive en el sótano de sus padres sugirió en los foros de IMDB). Al final, todos dijimos: "Oh, James, lo hiciste de nuevo".

Más tarde, mientras me empacaba comida malaya de forma desesperada, comentamos sobre las intenciones efectistas de algunas películas: en especial las que están hábilmente diseñadas para hacerte llorar en los momentos precisos. Recordé entonces una ida al cine con mi mamá para ver My Sister's Keeper (sólo porque pensé que le gustaría, y porque tenía la nariz tapada), y los centilitros de lágrimas que derramé durante ciento nueve minutos, a veces contra mi voluntad. Nunca había presenciado el fenómeno de escuchar auténticos moquidos en distintas partes de la sala, y un rumor sutil pero constante, similar al chillido de un recién nacido al que no le han cambiado el pañal cagado.

Fue tan agotador que, más que conmovidas, salimos de ahí maldiciendo las películas kitsch en la acepción Umberto Eco que tanto me gusta mencionar para parecer una intelectual que leyó "Apocalípticos e integrados" durante su educación universitaria en la última mesa de la biblioteca de mi facultad. Todas las tardes durante una semana.

Saber jalar los resortes en el momento adecuado, sin embargo, no es empresa fácil. Cuántos guionistas de porquería lo han intentado sin éxito, en dramones sobre santitos y virgencitas que hacen favorcitos, logrando una mescolanza de pena ajena. Algunos utilizan recursos desesperados, como música expresamente lacrimógena, emplazamientos de cámara y
close-ups a media luz. A veces ni con eso.

Las películas que me hacen llorar...
siempre me hacen llorar. No importa que "me prometa no llorar esta vez": siempre lo logran. Ejemplo al azar: he visto "Billy Elliot" unas ocho veces, y siempre lloro con la cara del papá mientras se va a trabajar a la mina, en medio de los abucheos de los huelguistas, su hijo jalándole la chamarra y preguntando qué está haciendo. Y esa respuesta del papá, ese sacrificio resignado por trabajar en una mugrosa mina durante años, sólo porque el niño tiene talento y podría estar malgastándolo.

Estoy segura de que una mente enferma, mientras maquilaba esta escena, sonreía para sí mientras fumaba su puro (una voz cavernosa en la penumbra, frente a una máquina de escribir antigua, las volutas de humo esparciéndose por el aire): "Ja, los tengo. Estarán llorando como mariquitas, ¡soy un genio!". Acto seguido: se iría a comer a un McDonalds.

Y la verdad, siempre me ha gustado reaccionar tal y como la mente enferma en la penumbra quisiera. Me gusta reír cuando se supone que debo reírme. Me gusta llorar cuando tengo que hacerlo. Me gusta no comprender nada cuando
ellos no quieren que comprenda nada. Me gusta conducirme como un niño obediente cuando veo una película, sin anticipar giros de tuerca innecesarios ni adelantarme al final con un gesto intelectualoide de pacotilla.

Creo que aprendí estas reacciones en mi casa. Mi familia siempre ha sido muy cinéfila, pero poco pretenciosa. Son fanáticos de los clásicos, ustedes saben: El Padrino, Star Wars, Terminator, E.T., Fargo, El Exorcista... ¡Los clásicos! Desde niña me metían a ver películas al cine con subtítulos, aunque no supiera leer, y jamás le adelantaron a las escenas cachondas o me prohibieron ver una película porque estuviera "muy horrorosa" (tal vez ellos tengan la culpa de mi inestabilidad mental).

Las charlas de sobremesa siempre son sobre actores (creo que no hay ninguno que no conozcamos) y en qué película lo recordamos, como Troy McClure. Nadie me ha inculcado tanta cultura pop como ellos.

No entiendo a la gente pretenciosa a la que sólo le gusta el "cine de arte" y se dejaría matar antes que apreciar genuinamente una joya como "Mi pobre angelito". Luego entonces, siempre ven los grandes
blockbusters a través de sus ojos críticos y exquisitos, gentilmente educados por Tarkovsky y Bergman. Yo también me dejaría matar antes que ver "2012", pero porque creo que la línea es muy sutil: no notar que Terminator II es una CHINGONERÍA de película no es lo mismo que tragarse cualquier mierda en la que Jim Carrey hace gesticulaciones excesivas y maneja fluidos corporales.

Esta gente es la que no puede ver la grandiosidad de Avatar, la que no puede situarse en otro lugar que no sea su cinismo exacerbado más cerca de lo políticamente incorrecto que de lo ingenuo, naïve si se quiere, esos ojos de niño que cree en Santa Claus porque le da concesión a la magia y a todo lo que hay de bueno en los hombres (
suena Himno de la Alegría y todos nos tomamos de las manos).

Me gusta que una película me conquiste, que me haga despojarme de mis conductas amargosas y nihilistas, y
me haga creer en un mensaje ecológico sobre la majestuosidad de la Tierra y lo que está conectado a ella. Me gusta pensar que el amor por una persona (o un Na'vi del clan de los Omaticaya), por un lugar, por una raza y por una cultura te haga "traicionar" tu propia estirpe, y vivir como ellos (de nuevo me remito a grandes películas que hoy nadie considera artísticas o mínimamente cul para llenar tu perfil en tu red social favorita, como "La misión", "Danza con lobos", "Leyendas de pasión", "El último de los mohicanos", etcétera, etcétera). Me gusta creer en todo esto, porque estoy convencida de que para eso fue creada la película. Para generar estas emociones, desprender esas reflexiones, sentir esta clase de cosas.

Y ahora, bajo el riesgo de verme pasivo-agresiva con mi gran amigo Rufián Melancólico, me gustaría comparar dos reseñas:

Una) La de Carlos en aquella bitácora ensayística y profunda: Las reflexiones del Rufián Melancólico.

Dos y otra y otra) La de Ruy Xonocostle, escritor que siempre ha exaltado su educación pop, en Paiki. Y de paso, la de Macho Cabrío en el mismo blog. Y la de Antara Adachi en 4:3 / 16:9.

No quiero sonar tajante ni con ningún ánimo de clasificar. Sólo quiero asentar que las últimas tres reseñas me emocionaron, me hicieron ver aspectos de Avatar que no logré ver bien la primera vez, y me llenaron de un gozo muy disfrutable. El gozo de ver películas. De las películas que en mi casa consideran clásicas, las que engendran conversaciones sobre el subtexto, pero también sobre las actuaciones y sus intérpretes, sobre el curriculum de los que estás detrás, sobre
lo emocionante que fue ver el primer vuelo de Jake en su Ikran y lo impresionante del CGI.

Algo que me hubiera gustado comentarle a Rufián en su post, pero que hago ahora con este mamotreto, es que intentar ver Avatar a través de los ojos del buen cine (y ya saben a lo que me refiero) es imposible con esta joya, si se quiere,
mainstream. Porque no hay profundidades demasiado inextricables en Avatar, y reducir lo hermoso del mundo de Pandora a efectos apantallantes sólo mata el espíritu con el que fue creada. James Cameron cuenta espectaculares historias de fantasía, y nos gusta que lo haga, y que sólo haga eso (no llegar al núcleo de la condición humana, porque no es su labor como cuenta-historias). Y si para conmovernos echa mano de recursos facilistas, so be it: ha conquistado nuestros corazones antes, y no fue difícil que lo hiciera de nuevo.




Por eso me encantó Avatar. Por eso me enterneció hasta las lágrimas y dejé que me enseñara la
lección eco-friendly-new-age. Por eso quise aplaudir y no dejar que sus fallas me la arruinaran. Es algo que me gusta hacer desde que era una niña: disfrutar de los clásicos. De los que, me enseñaron, eran los clásicos.





30 comentarios:

Don Rul dijo...

Oh, el primer comentario. Qué suerte. Buen poust, aunque sólo porque está bien escrito.
Avatar es una mierda aunque seas presidente del Partido Ecologista y nieto de Walt Disney.

Anónimo dijo...

Pero no hagas lo mismo que criticas. Habrá a quien le guste alguna de Jim Carrey o la del Extraño hijo del Sheriff (de los Almada), como que tengo idea que cada película es una experiencia personal y de cada uno de nosotros depende si le gustó o no, por las razones que sean. Como ejemplo, creo que fui el unico en la sala al que le gusto la de The Happening, y por el contrario, la primera vez que vi la de 300 casi me quedé jetón.

En resumen. Esta bien chingona la de Avatar. Y al que no le guste, pa su joda, perdió 3 horas de su vida je je.

El Agus dijo...

Yo no la he visto, pero por lo que he leido de ella siento que de todos modos nadie va a regresar a separar su basura saliendo del cine.

Gabriela/undies dijo...

No me gustan las movies con temas fantásticos o personajes irreales, por lo tanto, no debí haber visto Avatar pero fui porque Degetau quería entrar, no había muchas opciones.

Sufrí las tres horas o lo que sea que dure esa movie, a mí me pareció eterna y contaba los minutos para que esa bomba semiótica llegara a su fin, cada que salía un nuevo "mensaje oculto" cada cinco minutos ya era risible para mí.

Los efectos increíbles, eso sí, creo que sólo los actores eran reales, aunque tal vez fue too much, como ver un juego de video por horas y si verla en formato normal fue demasiado, si la hubiera visto en 3D seguro me daba un ataque de epilepsia.

He dicho.

ge zeta dijo...

Sí, sí y sí. Pero pues ya dije todo esa vez que me se me trepo lo spoilerero en Twitter. El mensaje, esto y el otro pero en base a la misma historia de siempre. O una de las varias historias de siempre.

Me gusta más una película cuando sorprende con los hechos y la trama, no aquellas que sabes en qué y cómo acabará.

Saludos.

Anónimo dijo...

Gran post y gran reseña. Aunque no tan extremo como en tu caso, me pasa un poco lo mismo con el cine y las películas. Yo lloro tiro por viaje con "Cyrano de Bergerac" y ciertos pedazos de "The Lord of the Rings". Curiosamente yo lei las tres reseñas que comentas (de hecho 4, porque también leí la de Rufián) y me llamó la atención la coincidencia de opinión.

Ya te rendí el mayor tributo que se le puede hacer a un post así: un par de links en mis posts que tocan el tema ;)

Saludos

Botica Pop dijo...

te entiendo perfecto (jo, como si eso fuera posible) pero difiero mucho. avatar ni de cerca es una película tan buena como terminator 2, pero... algo que me hace gritar, literalmente gritar en el cine, tengo que guardarlo en mi corazón. aunque quizá lo que atesoro es mi capacidad de asombro de niña de tres años.

off-topic: jim carrey es un gran actor. grande en serio. sólo que le gusta el dinero (y como culparlo, pues?).

Chilangelina dijo...

Bravo por la reivindicación del gozo llano de la estética. No la he visto, pero me ha llegado claro el mensaje: a gozarla, no a pensarla.
A'i te cuento si lo logro.

Unknown dijo...

mmm preferiria que las peliculas en verdad nos dejaran algo mas que nombres cagados que algun cagado se le ocurrieron y ese sentimiento que te hace sentir(dha!!!) no se te olvide mañana que te acuerdas que no todo es tan bonito como lo pone cameron

El R. dijo...

¿Qué onda con tu post efectista? Me hiciste llorar e ir a comprar Avatar pirata, we.

Nocierto.

La verdad es que el creerte intelectual te llena de prejuicios y arruina muchas cosas.

Creo que por eso uno recuerda con tanto cariño las películas o los libro que se chutó de niño, porque te dejabas llevar, sin preocuparte por el qué dirá mi amigo fan del cine de autor.

¡Todos a disfrutar la risa en vacaciones!

Zabioloco dijo...

comparto tu sentir

sobre todo acerca de lo de Terminator...

muy lúcido tu ensayo saludos

ulysses dijo...

me encuentro gente que dice que es una mierda, pero, en serio?.. es tan asi?.. lo mismo me dijeron de spiderman 2 o batman por ccitar algunos ejemplos, gente pendeja si me dejan dar mi opinión (digo, ya los escuche, me toca a mi) por que no entienden el concepto de entretenimiento en el que cae el cine, que al final, para eso es.. que es una mamada un hombre murcielago, lo es.. que es una vil estupides un tipín en mallas columpiandose, te puedo dar la razón , pero... no de eso se trata el cine?.. no es pura fantasia y eso es a lo que vamos, me diras que la lista de schindler es una viva radiografia de lo que paso en esas fechas?.. patrañas y gente pendeja que no sabe apreciar el cine como lo que es: entretenimiento.. saludos, insito... que chingón escribes, cuando salga tu libro, nos avisas, que isabel allende ni que mis bolas.

Semos Mole dijo...

Algo que me gusta mucho de tu post es esta suerte de "reinvindicación del cine mainstream" en el que estoy completamente de acuerdo, porque un cine que no emociona, que no puede comentarse y compartirse, tampoco sirve. Me gusta pensar en tu familia discutiendo sobre actores y películas, porque es algo que yo también he hecho con primos o amigos, y claro, todos queremos ser Indiana Jones, Han Solo, John Connor o los bichos estos de Avatar. Pero también creo que cuando la complacencia de la publicidad o la modita te envuelve en estos rollos de "la película revolucionaria", "Cameron el reinventor del cine" y demás, es sano andarse con cuidado y tomar los elogios con cierto recelo. Supongo que de ahí mi pretensión de rascarle al cine de Cameron y buscarle claros y oscuros. Y en esos claros y oscuros, prefiero quedarme más con la familia Connor de Terminator, o con Ellen Ripley matando Aliens, que con estos muñequitos nuevos. Avatar es emocionante, sí; que se le podría pedir más: también. Pero finalmente, de eso se trata el juego de la crítica, de no estar de acuerdo y contrapuntear y alebrestar a la banda para que también debata y se haga un potaje rico de opiniones.
Por otro lado, ya sabes que siempre es un GRAN GRAN honor para mi que me menciones en tu bló y me linkees y todo eso. Hartas hartas gracias. Y lo de siempre, nos seguimos leyendo y nos agarramos del chongo y otro día nos bebemos un café y nos burlamos de los que se tomen en serio nuestras discrepancias. Beso, abrazo y odiosa revoltura de rulos. Hasta la que sigue, Lilians!!!

Semos Mole dijo...

jua jua, el anterior era comentario de RUFIÁN MELANCÓLICO, pero se me enredaron las cuentas de gmail porque también estaba revisando el bló del candidatazo Tu Mero Mole. Aprovecho para la inserción no pagada: Banda, vote por Tu Mero Mole, http://www.elamodelasredes.com.mx/default.aspx

Y de nuevo, gracias y chau!!!

Unknown dijo...

¡Aplausos! "Mi familia siempre ha sido muy cinéfila, pero poco pretenciosa", venga, a mí me pasa lo mismo.

Y mi novia, que también estudió como yo esto del cine, es más cinéfila que mis amigos y yo juntos y tampoco es pretenciosa. Su gusto es exquisito y eso no la privó de disfrutar Avatar, como no me privó a mí (que sí soy pretenciosa), sino que tal vez nos dio más herramientas para hacerlo. Hoy en día, que todos son cinéfilos y creen conocer los hilos que se entretejen en las películas, olvidan que el cine, ante todo, ES MAGIA.

Gracias por linkearme, tuve un nerdgasmo al saber que te gustó mi reseña y que lees mi bló sin que te obligue. :P

pablo dijo...

este blog ya es un clásico. ¡jajaja! aún sin estar de acuerdo con la autora en muchas ocasiones, la forma en que escribe siempre me pone a trabajar el cerebro. escribo lo anterior sin halo de hipocresía ni intenciones zalameras.

todo el cine es pretencioso, de hecho toda obra publicada tiene sus pretensiones. lo que hay que indagar es cuales resultan ser aquellas en cada obra. la primordial, la mayoría de las veces, en la cultura de masas es obtener una ganancia económica y no per se sus demás pretensiones intelectuales, morales, artísticas o ideológicas son necesariamente cutres. ahora bien, también hay que establecer no sólo la finalidad de una obra desde el punto de vista autoral, sino también, del que tiene el espectador. estoy de acuerdo en que cada quién percibe una película desde su muy particular punto de vista -y me cagan los relativismos facilones, después me explico. cada cabeza es un mundo, un mundo que se regenera de forma autopoiética, y tal vez por economía es difícil reconstruir todo lo que está en nuestros cerebros desde cero. así pues, a alguien a quien le gusta el cine lacrimógeno de drama tal vez no necesite demasiado efectismo para hacerle llorar. eso es lo que va a buscar. y de hecho, creo, que hacer llorar es de lo más sencillo, no hace falta más que un pellizco -emocional- en el momento correcto, una pizca de melancolía después de algún momento de éxtasis y.... sas: el llanto. es como hacer brincar al expectador en las películas de terror, bullicio e impacto visual después de calma, de mantener al espectador atento en señuelos, buscando a wally (el coco en esos casos). justamente mí última experiencia cinematográfica fue actividad paranormal. no soy creyente de dioses, diablos, fantasmas, gnomos, incubos, sucubos, del coco debajo de la cama, pero me gusta tener un buen brinco de repente en la montaña rusa de palomitas y refresco. no muy seguido veo ese tipo de películas por que en cada ocasión es un triste chasco, uno ya sabe donde hay que pegar el brinco. pero por accidente leí reseñas de la película mencionada, y en las que la caracterizaban por casi reinventar el género. y que voy a verla con todo y novia. al final: una gran decepción, lo único que me sacó un pedazo de susto fue el final. y de cualquier forma pensé: ¡bueno! para los zoquetes que son fanáticos del carlangas trejo, del de las manos peludas y supercherías por el estilo, seguro, funcionó muy bien y tal vez sí sea un nuevo y breve brío para ese género cinematográfico por la forma en que está hecha aún cuando recuerda a cierto proyecto de una bruja. de todos modos recuerdo la película “los otros” o el sexto sentido, que después mucho tiempo y a fuerza de verlas varias veces no estoy seguro si me hicieron brincar, pero si lograron agitar el mundo estable que había en mí cabeza, aún sin ser creyente de los fenómenos que presentan ambas. creo que eso es justo lo que hace a una obra grande, sin importar sus intenciones comerciales, si es independiente o “mainstream”, eso es lo que a la larga hace que se vuelvan clásicos: el hecho de que puedan seguir conmoviéndonos, emocionándonos y ayudándonos a agitar paradigmas de pensamiento, generación tras generación. y es aquí también donde creo que los relativismos no sólo son odiosos sino a veces hasta peligrosos.

pablo dijo...

es cierto que una de las primordiales intenciones del cine como fin es el entretenimiento, pero ante todo es un medio de comunicación de masas. debe comunicar algo y la naturaleza de la comunicación es tener una trascendencia, para que el mensaje tenga importancia. me parece que si debe haber algún indicador para ser exigentes y juzgar el cine que vemos (con o sin afanes de snobismo cultural). creo tampoco es posible ver al cine que como entretenimiento simple, ni la literatura, la pintura, la ciencia ni cualquier cosa que el humano haya inventado. pues por puro entretenimiento vano no hubiéramos inventado nada de nada. no hubiéramos generado todo eso que llamamos cultura. seguiríamos nada más echando piedras en un río y viendo los hermosos patrones de ondas que generan. la cultura cubre ciertas necesidades de todo tipo, intelectuales, espirituales, materiales, etc. y no se pueden relativizar del todo. el mensaje que emite un medio de comunicación -como el cine- debe tener ciertas características estructurales y un manejo específico de la profundidad y complejidad del mismo. y en el cine, creo yo, por su singularidad y lo asequible (por lo visual) como depositario de mensajes se suele perder mucha calidad en el fondo de aquellos. especialmente en el cine hollywoodense se suele dejar de lado eso. incluso en muchas películas la envoltura visual pesa más que el contenido argumental de la obra. la opulencia material de la misma no necesariamente la hace grande y cameron en algunos filmes ha sido víctima de esa creencia. ¿en unos veinte años cuántos se acordaran del fastuoso titanic? no he visto avatar aún, lo haré en los siguientes días, pero de algo si estoy seguro sin verla y es que al menos por ahora es de esos cada vez más pequeños y escasos hitos generacionales. de esos clásicos generacionales. ¿se convertirá en un clásico de clásicos, superará más de dos décadas de vigencia?

Unknown dijo...

Segín la RAE, Pretencioso: Presuntuoso, que pretende ser más de lo que es.

Pretencioso, sa.

M. Procyonidae dijo...

Ahhhh!!! yo no se acabo de salir del cine tri-dí (sin ataque de epilepsia pareo si un poco mareada) y coincido con q etsa peli es una chingonería.
Ya se, ya se! es presuntuosa etc etc ¡Pero a mí me fascinó! Punto.
Por otro lado, es genial ver que los malos son los humanos (y como cereza en el pastel, gringos). Seeeee... no me importa lo que digan, soy una fan de esta peli (desde hoy) y, si debo admitirlo, me cago de risa con pelis idiotas y refritas. Soy una simplona, amo las películas de spiderman, el ñor de los anillos, etc. Y me he dormido en otras tantaas que califican de buenas.

M. Procyonidae dijo...

pd. no estoy diciendo q el sseñor de los anillos sea mala¡la adoro!(y loslibros +)
me refiero a q los comentarios de "la crítica" no tienen que ver con que uno disfrute o no una película.
Ejemplo: Coraline (puaj) y las de harry potter (ultra-puaj) Y eso que me gustan los libros y batman (con perdon del guasón qepd) pero a mi me durmió

Aaron Rodriguez Polo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Lilián dijo...

¡Órale! ¡Qué chistoso! Sí era yo, me hubieras saludado. Iba con mi amigaza Carlangas, y seguro no traía buena cara. Pero en fin, buena onda, brooo.

Armando dijo...

Este post lo pudo haber escrito mi hija, casi letra por letra, y me hubiera (me hace, siento su espíritu) sentido muy orgulloso. Destaco el espectacularmente bueno "so be it". Está chingonsísimo eso Lilian

Blas E dijo...

Saludos señorita...
No he visto Avatar, y es probable que me la baje por torrente cuando ya este pasada de moda (y alguien se digne en subir un buen rip del dvd) y pueda ser sopesada como corresponde.
Por otro lado, he pasado al remojo de su bló y lamento que no pueda actualizar igualmente la descripción personal... seguramente ya no es la que corresponde de acuerdo a los momentos que corren... o sí?

Unicornio dijo...

Hola (la del acento en la á!):

Algo que no cesa de sorprenderme de los actuales compas, es que hayan perdido el don de disfrutar por el puro y singularísimo gusto de gozar, relajarse y hasta "evadirse" (perdónennos, oh soldados de la auténtica democracia y de la lucha contra el Imperio!) regocijándose inocentemente en una simple película...

... pero "Avatar" NO es simple (aunque lo parezca: tampoco 10 minutos de "Up" ni los 15 célebres minutos de "Wall-e", ni los 25 minutos de los pingüinos del mini-bodrio de "Madagascar 2").

Y es que hay gente que hasta "se mea" (perdón por la castiza frase) por mencionar a Bach, a Haendel, etc... pero se les olvida disfrutar a Bárbara Strozzi, a Lully, a Schütz, Locatelli (no, nada que ver con el 56581111) y a otros geniales músicos, nomás porque no son "tan académicos y clásicos, o sea!!).

Y sí! Los jamelgos cornúpetas hemos llorado con "La Leyenda de 1900", "El Sr. de los Anillos", "Erase una Vez en el Oeste", los primeros minutos de "Up" (aayyy, padre mío!) y emocionado hasta con (sí, ríanse, oh bellacos!!) el discurso presidencial de "Armageddon" y el final de "Gladiator"... ¡¡y qué!!

Gracias por vuestro valor. Yo os acompaño en la ridícula lapidación que amenacen hacernos los estetas (¿es-tetas?, jijiji!) y furibundos amasios del "Cine de Arte". (Total, ya pasamos por esto por apoyar las sociedades de convivencia de los homosexuales, bahh!!).

Impúdicamente, se despide,

el profano Unicornio...

P.D. ¡¡Y también me divierto como enano con "El Gran Makakikus", "La Familia Pérez" (la buena, con Pardavé y Sara García, no el churro norteamericano!) y "A.T.M."!! ¿Qué? ¿Algo en contra?

Contestatariamente,
el sedicioso Caballo con Cuerno...

JL dijo...

una vez más, me quito el sombrero ante ti. Hermosa reseña!

Thomas Lommío dijo...

Paso a agradecer la mención y la imagen del post de arriba!

y a desearte un feliz año nuevo!

Saludos!

Borchácalas dijo...

Ya decía yo que alguna explicación debía haber para que se me pusiera la piel chinita en más de la mitad de la película.

Es muy cierto, a pesar de ser una historia que ya sabía, la disfruté, me gustó, y no me explicaba por qué. Lo haz hecho.

Aplausos, hay mucho que debo aprender de ti.

ZuGab dijo...

Me ganaste con esto:

"Ja, los tengo. Estarán llorando como mariquitas, ¡soy un genio!". Acto seguido: se iría a comer a un McDonalds.

Me gusto Avatar.

Luis Frost dijo...

Tres palabras: danza con lobos.