...patrocinada por Inception.
Ya vi Inception tres veces. Me gustó mucho desde la primera y cada vez que la veo de nuevo encuentro detalles que antes no había visto, lo cual es una bonita analogía sobre los niveles que se acceden en un sueño dentro de un sueño dentro de un sueño. Sin embargo, no escribiré -al menos ahora- una reseña o explicación arrebatada sobre la película, sino una pequeña reflexión que recordé mientras leía este párrafo en IMDB:
Como muchos sabrán, o habrán tenido ocasión de comprobar, soy una persona sumamente dramática. A pesar de mis repetidos intentos por parecer una persona alivianada a la que no le importa nada, una cínica über-cool-we con un gran peinado, una nerd sin sentimientos, en el fondo soy muy romántica. Lloro con poco: un comercial, una película, una escena en la calle, un anuncio de Google... Escribo cartas y correos electrónicos con frases ardorosas, épicas. Me creo la protagonista de un culebrón y lo celebro con lágrimas y risas y gritos y actos apasionados.
Cuando me enamoro, oh Alá, lo hago con las vísceras. Lo hago en serio. Me enamoro hasta la médula, hasta el paroxismo, hasta olvidar mi propio nombre. Luego de enamorarme, lo que más me gusta hacer es sufrir. Si puedo sufrir por amor, secretamente soy la persona más feliz del mundo, porque entonces puedo existir en consonancia con mi corazón: mi vida tiene coherencia.
Nunca me pregunté por qué soy así. Me parecía natural y perfectamente lógico, como el color de mis ojos o lo espeso de mis cejas: esa clase de cosas con las que naces y mueres, sin razón muy evidente más allá de la genética y la suerte.
El problema está en creer que todo esto era real...
Hace un año, haciendo limpieza en las cajas donde tengo amontonados trabajos viejos, ensayos y las fotocopias de toda mi vida escolar, encontré un montoncito de hojas engargoladas con una portada rosa. Era una antología literaria que hice en tercero de secundaria.
Estaba escrita con letra Comic Sans a once puntos y tenía un índice que yo misma hice al tanteo porque todavía no descubría las ilimitadas bondades del Word. Mi computadora tenía Windows 98, yo tenía catorce años, la vida era simple... ¿O lo era?
Movida por la curiosidad y la nostalgia, me puse a leer los fragmentos literarios que a los catorce años me parecían revelantísimos, esperando encontrar diálogos de Friends mexicanizados y los cuentitos de mis Textos Literarios de la primaria.
Y leí: Cumbres Borrascosas, la escena donde Catherine Earnshaw muere y entre lágrimas abraza, maldice y besa por última vez a Heathcliff. Marianela, la escena donde Pablo recupera la vista y se enamora de su prima, provocando que Marianela muera de amor. Love Story, la chaquetita novela de Erich Segal, sobre un amor muy puro que acaba por transformar a un tipo sin sentimientos cuando la mujer de su vida muere de una larga y penosa enfermedad. Los diálogos de Romeo y Julieta cuando se separan al pie de la fuente, la noche que se conocen. Y así sucesivamente.
Me di cuenta entonces cuál era el origen de mi distorsionada percepción del amor. No es que yo fuera una persona dramática porque así naciera, no es que no hubiera amor en mi casa, cuando mis papás eran la pareja más amorosa del mundo; no es que me hubieran roto el corazón tan frecuentemente antes de los quince. Era, sencillamente, que había leído muchas novelas de amor. De amor trágico. Algo en mi cerebro hizo clic y mi vida cambió por completo: en adelante quedé con la idea, tal vez subconsciente, de que la tragedia marca sólo a los grandes amores. Lo demás es un juego, una bagatela.
A pesar de que me di cuenta de dónde provenían estas fijaciones que a la fecha no me abandonan, no pude hacer mucho por erradicarlas. Entender de dónde viene, "rastrear la génesis" de una idea aparentemente original, no te brinda mucho consuelo cuando ya se ha arraigado en lo más profundo.
Comprendí que la literatura romántica me había incepcionado.
**
Ya vi Inception tres veces. Me gustó mucho desde la primera y cada vez que la veo de nuevo encuentro detalles que antes no había visto, lo cual es una bonita analogía sobre los niveles que se acceden en un sueño dentro de un sueño dentro de un sueño. Sin embargo, no escribiré -al menos ahora- una reseña o explicación arrebatada sobre la película, sino una pequeña reflexión que recordé mientras leía este párrafo en IMDB:
ALERTA SPOILER ALERTA SPOILER ALERTA SPOILER ALERTA SPOILER
In many interviews Nolan says that although this (Inception) is a completely original idea, there are causes of inspiration for everything he's done. This explains the whole premise of "inception" and is a big symbol of how our lives are all made up of tiny little inceptions (or inspirations) caused by others.
TERMINA SPOILER TERMINA SPOILER TERMINA SPOILER
Como muchos sabrán, o habrán tenido ocasión de comprobar, soy una persona sumamente dramática. A pesar de mis repetidos intentos por parecer una persona alivianada a la que no le importa nada, una cínica über-cool-we con un gran peinado, una nerd sin sentimientos, en el fondo soy muy romántica. Lloro con poco: un comercial, una película, una escena en la calle, un anuncio de Google... Escribo cartas y correos electrónicos con frases ardorosas, épicas. Me creo la protagonista de un culebrón y lo celebro con lágrimas y risas y gritos y actos apasionados.
Cuando me enamoro, oh Alá, lo hago con las vísceras. Lo hago en serio. Me enamoro hasta la médula, hasta el paroxismo, hasta olvidar mi propio nombre. Luego de enamorarme, lo que más me gusta hacer es sufrir. Si puedo sufrir por amor, secretamente soy la persona más feliz del mundo, porque entonces puedo existir en consonancia con mi corazón: mi vida tiene coherencia.
Nunca me pregunté por qué soy así. Me parecía natural y perfectamente lógico, como el color de mis ojos o lo espeso de mis cejas: esa clase de cosas con las que naces y mueres, sin razón muy evidente más allá de la genética y la suerte.
El problema está en creer que todo esto era real...
ENTRA SCORE DE HANS ZIMMER ENTRA SCORE DE HANS SIMMER ENTRA SCORE DE HANS ZIMMER
Hace un año, haciendo limpieza en las cajas donde tengo amontonados trabajos viejos, ensayos y las fotocopias de toda mi vida escolar, encontré un montoncito de hojas engargoladas con una portada rosa. Era una antología literaria que hice en tercero de secundaria.
Estaba escrita con letra Comic Sans a once puntos y tenía un índice que yo misma hice al tanteo porque todavía no descubría las ilimitadas bondades del Word. Mi computadora tenía Windows 98, yo tenía catorce años, la vida era simple... ¿O lo era?
Movida por la curiosidad y la nostalgia, me puse a leer los fragmentos literarios que a los catorce años me parecían revelantísimos, esperando encontrar diálogos de Friends mexicanizados y los cuentitos de mis Textos Literarios de la primaria.
Y leí: Cumbres Borrascosas, la escena donde Catherine Earnshaw muere y entre lágrimas abraza, maldice y besa por última vez a Heathcliff. Marianela, la escena donde Pablo recupera la vista y se enamora de su prima, provocando que Marianela muera de amor. Love Story, la chaquetita novela de Erich Segal, sobre un amor muy puro que acaba por transformar a un tipo sin sentimientos cuando la mujer de su vida muere de una larga y penosa enfermedad. Los diálogos de Romeo y Julieta cuando se separan al pie de la fuente, la noche que se conocen. Y así sucesivamente.
Me di cuenta entonces cuál era el origen de mi distorsionada percepción del amor. No es que yo fuera una persona dramática porque así naciera, no es que no hubiera amor en mi casa, cuando mis papás eran la pareja más amorosa del mundo; no es que me hubieran roto el corazón tan frecuentemente antes de los quince. Era, sencillamente, que había leído muchas novelas de amor. De amor trágico. Algo en mi cerebro hizo clic y mi vida cambió por completo: en adelante quedé con la idea, tal vez subconsciente, de que la tragedia marca sólo a los grandes amores. Lo demás es un juego, una bagatela.
A pesar de que me di cuenta de dónde provenían estas fijaciones que a la fecha no me abandonan, no pude hacer mucho por erradicarlas. Entender de dónde viene, "rastrear la génesis" de una idea aparentemente original, no te brinda mucho consuelo cuando ya se ha arraigado en lo más profundo.
Comprendí que la literatura romántica me había incepcionado.
APLAUSOS.
23 comentarios:
Uno de los grandes amores de LA amiga le dijo que el principal problema de la gente era leer. Si uno no leyera, podría terminar con el bato de la esquina, siendo muy feliz el resto de su vida, sin esperar otra cosa.
Pero no: ahí va uno a leer, y a sufrir y a leer y a conmoverse hasta las lágrimas con tal y cual tragedia amorosa. Finalmente uno termina convencido de que si no es una sufridera imposible, no es amor.
Y no es que no lo sea: es que ya no se puede ver de otra forma. ¿Amor fácil? ¿Correspondido? ¡JA! Uno está por encima de esas cosas: uno sufre, tiene lágrimas, dolor y eso legitimiza el amor.
Sic.
Y yo también disfruto mucho sufriendo por amor. Quería establecerlo y que no se vaya a pensar que no disfruto mi dolor. Faltaba más.
Exactamente: ese es todo el punto. Y lo puedes hacer más grande y agregar que una vida sin leer es una vida feliz, como ya estableció el poeta Chente Fox. Y es que, ahora que lo veo así, no hay nada más pretencioso que sufrir por amor. En la acción viene implícito el deseo de ser un gran personaje, no: un gran PROTAGONISTA. Pavadas.
Por eso me voy a casar con un panadero.
CLAP CLAP CLAP
Mi tesis de grado fue sobre el discurso amoroso en la comedia romántica desde una teoría del relato (Barhes) porque, claro, yo estudié audiovisuales y sobre eso hice mi tesis; pero todo mi marco teórico es un recorrido del discurso amoroso desde el amor cortés hasta nuestros días, tanto en la literatura como en el cine y es cierto todo lo que dices. Incluso las películas románticas de hoy en día incluyen referencias de novelas y películas románticas anteriores, en una cadena interminable.
Precisamente el título de mi tesis habla de un triángulo amoroso entre los dos enamorados y el discurso amoroso, estando este último en medio de los dos primeros, a veces imposibilitando el verdadero encuentro. No diré el título para preservar mi identidad, pero te copio el epígrafe:
"Estáis equivocado, señor. Hay por lo menos seis personas implicadas. Está el hombre que creo que sois, el hombre que pensáis que sois y el que realmente sois, y lo mismo sucede con la otra parte". Voltaire.
Pues sí, muchos aplausos. Lo tuyo fue literatura, lo mío María la del Barrio y Marimar.
Ash, yo desde hace dos semanas he estado regañando a todo mundo por andar sufriendo gratis. Si cualquiera de ellos me hubiera dado una explicación así, los hubiera dejado en paz.
Querida Lilian (me tomare la confianza)
Eh leido con gusto tu relato, la analogia que haces de la inception con el amor es verdaderamente conmovedora, ahora! la escena que describes en cumbres borrascosas no la tengo en mente en este momento, pero si te puedo decir que esa historia es una historia de pasion y no de amor, recordando el personaje de Harclif (o como se escriba).
En los versos de Romeo y Julieta te puedo decir que hasta ahora es de los versos mas hermosos que eh leido en mi vida.
Ser romantico no es un problema querida Lilian.
Lee la llama doble de Octavio Paz , habla sobre el amor
Saludos
Está muy cabrona esa idea. Eso de que las cosas te marcan y eres lo que pues... eres ahora, me parece muy cabrón. Siguiendo un poco la naïvité con la que luego digo las cosas, por eso el término de justicia se me hace un poco insulso. Por ejemplo, el otro día veía un programa de una niña que fue violada. ¿La justicia es realmente encerrar al culpable? Ps sí, si nos vamos a que merece un castigo. Pero qué onda, la chica jamás se quitará esa experiencia, jamás jamás y ahora tendrá que vivir con eso. En cosas menos exageradas, pasa lo mismo con las cosas que haces, estudias y amas. Un corazón roto, pfff. No sé, eso me hizo pensar inception, todo eso que nos guardamos en la cabeza y jamás vamos a soltar. Qué cosa. Es muy naïve lo que digo, no me hagas caso amigui jajaja yo te quiero :D
Ay, yo iba a escribir "qué chido tu post" y cuando vi los comentarios pretenciosos.. pensé que tenía que esforzarme más.
¡Y acabo de entender Inception! bueno no,pero la reconocí en el último post de Chilangelina:
"14- No ignores lo que sueñas; esa la única herramienta que tiene tu subconsciente para comunicarse contigo.!"
Me gusta tu historia, pero también creo que el ser apasionada es una de las cosas más bellas de la vida y pocas personas están conscientes de ello, así que no culpes a Cumbres Borrascosas.. digo así eres y así te queremos. :)
¿Si se entendió?.. es que no medité muy bien mi comentario..pero ¡Qué chido!
Tu inception clavada en el fondo de tu subconsciente se volvió consciente... y ahora todo cobra sentido.. :)
Jó
...nada me enorgullece más que mi pasado, de las acciones/sueños/personas que ya no son y fueron. Del origen de mi persona(lidad).
Quisiera ser panadero
LiliÁn:
Debido a la Profundidad Zen-QiGong de este apartado, digo, post (lo escribí bien?), tengo que retirarme (o sea: hacer un retiro) para saber cómo comentarlo sin escribir una novela sobre los sueños de José, el síndrome SAHOS (o SAS!), las elucubraciones de Calderón de la Barca y los scores heroicos de Hans Zimmer (y su papi Ennio Morricone, but of course!)...
Por lo tanto (espero que este acto limítrofe no se ponga de moda, je)... este comentario se va a pantalla en negro (o en blanco?), en lo que tiene algo realmente grato qué decir)
Conmovedoramente, (y con fondo musical de Basil Poleudoris), se despide,
el trémulo Caballo con Cuerno...
Pantalla en Blanco:
P.D. Aquí terminó la pantallita en blanco. ¡Buen Fin de Semana (y con muchas lecturas, aunque nos hagan sufrir)!
Paro diabetico.....+___+
Interesante habría sido entonces que en vez de libros tu concepto del amor lo forjaran las telenovelas.
Aunque...pensándolo bien, todas tienen finales felices, con boda, reencuentros y novio rico...
Saludos
Hola. Me gustaría que leyeras mi historia. Necesito tu opinión. Gracias.
Curiosamente tu plausible tinta también se queda arraigada en mi.
Lilian, aplausos para ti,nadie podría haber explicado mejor el motivo de nuestra necesidad de sufrir por amor.
Un abrazo
yo leí tanto a los tres mosqueteros que creo que lo único que vale la pena en la vida son las causas abstractas. en otras cosas, dre. tiene razón aquí arriba. malditos libros.
Ay qué bonito, qué bonito. Yo hice una antología para la escuela y puse un cuento tuyo. ¿Eso qué me hace?
Me encantó tu blog, suenas un tanto parecido a mí lo cual considero un tremendo honor jaja....Sigue escribiendo, que gusto conocer gente tan interesante.
A mi nadie me mete ideas en la cabeza, pos estos. Y ya me voy a McDonalds por mi hamburguesa y mi coca. Ideítas a mi...ya parece...
Hola!...
Yo leía poemas imagínate... jaja...
Aprender a desaprender se pone de moda, como recurso para quitarse un poco las cosas del pasado que no nos sirven... ahora que ser romántico es un derecho que no te pueden quitar, es excelente, aunque no todos lo sepan disfrutar.
Nos pasa lo que al Quijote...
Escribir nos ayuda a rearmar un poco lo que el leer nos deja... bueeeen blogg, un saludote!
Apenas vi inception.
Y estuve guardando este post en mi reader para no espolearme.
¿Y resulta que me sales hablando de ti y de tus traumas amorosos?!?!!
Me siento estafada. Buena reflexión, pero estafada.
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