La muy esperada y última parte de Bon Voyage, el cuentito que describe a una fauna antropológicamente despreciable y estúpida, de la que el 98% de los habitantes del mundo quisiera formar parte. Descubramos qué paso con la gorda pero brillante cineasta, la malograda kitsch diseñadora de revistas que nadie lee, y el músico con bronceado perfecto que no sabe deletrear la palabra ABEJA.
¿Nico perdonará a Amaia?
¿Andrea y Alonso continuarán juntos?
¿Los franceses se sobrepondrán a su bronceado?
¿Alguien golpeará a alguien?
¿El cuento mejora o de plano es igual de malo que sus dos primeras partes?
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Agradezco a Fernandito Colunga por servirme de inspiración para el personaje más moralmente irreprochable de la travesía.
1 comentario:
Cierto, también no pasa nada con el bronceado de los franceses, ¿y sabes por qué? porque si no están los franceses no pasa nada
Saludos y ya te dejo en paz por hoy
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