2 de julio de 2008

Fotopost con recuerdos infantiles

El sábado fuimos al Papalote Museo del Niño. Hacía más de una década que no ponía un pie en el lugar y mi observación pertinente es que sería perfecto si no estuviera infestado de niños.

¡Malditos malditos malditos niños! Con sus piececillos ágiles y sus cabelleras libres de caspa, con sus cuerpos atléticos y resistentes, con su tenis de lucecitas y sus sonrisas chimuelas, con toda una vida por delante y el lienzo de las meteduras de pata absolutamente nuevo y listo para entrenarse.

¡Los odio!

Sí, hubo un tiempo en que hasta su servilleta fue niña. Afortunadamente, superé el estropicio a base de Emulsión de Scott y una exposición prolongada a las películas de adultos que mis papás nunca se molestaron en censurar.

Hoy, a mis 22, regresé a ese antro de perdición donde “tocas, juegas y aprendes” (pues ni que fuera la pérdida de la doncellez en la parte trasera de un cine triple equis).


Imágenes que se pretendían jocosas y terminaron en el olvido:


Hubo un tiempo, en las glorias de la blogósfera como experimento sociológico/cibernético, en que el máximo chiste compartido era que Mulder se la comía. No había más. La era dorada de la Mulderselacomemanía está en franca decadencia, pero algunos todavía recordamos y salvaguardamos la famosísima tendencia.



Mulder no me dejará mentir. Lo he presentado a extraños al mundo bloguil con un contundente "Él es Mulder" y recibido a cambio un "¿El que se la come?" automático.


Acá doña Petro está a punto de girar en el famoso Giroscopio adminículo que da vueltas que no es Giroscopio. El mentado momento angular o como se llame me ha mantenido con un dolor de brazos que no disminuye ni con una rutina de aeróbics de alto impacto. Un momento: quizá agitar los brazos fuertemente no sea el comportamiento más sensato para el dolor post-momento-angular.



Quiero que noten el auténtico dolor físico de su servilleta al yacer durante unos segundos sobre la cama de clavos. Creo que ya no debo esperar respuesta para mi entrada a la Escuela Tibetana de Fakires Unidos.


Petronila tiene madera para esa escuela. Le voy a decir que mande su solicitud.



Por la noche tomamos vino tinto en tetrapak, prueba fehaciente de que uno ha perdido todo el estilo que le quedaba. También es un testimonio visual de lo fabulosamente intelectual y mórbidamente atractiva que luzco con mis lentes de armazón. Está bien: no.


Esto es lo más cerca que estarán de observar una escena/situación lésbica entre mi "compañera de departamento" (¡odio odio odio la palabra "roommate" o, peor aún, "rumi"!) y moi.

(espero que nuestros videos secretos no se filtren en la red)







¿Ya mencioné que odio a los niños? Uf, son tan pequeños e inocentes.


11 comentarios:

Eric Uribares dijo...

mulder??....el que??? el que?? quien es Mulder??

el un defecto que yo veo en la niñex, es que se acaba...besouuu ixtericou

Triquis dijo...

Sigo indignada, así que haré de cuenta que no leí ese post; trataré de bloquearlo en mi mente con un laralalalararalalalala...

Nah, que chido que se la pasaron bien (frase en suma incisiva y sarcástica). Se ve que son rebuenos amigos (ídem).

Está bien, me iré con mi malaondez a otro lado.

Jejeje...no se crea droga, sabe que yo no soy sentida.

Saludotes.

- D!360 - Chillis dijo...

quiero ir al museo del niño!!! lo extraño
jajajaja ya vi lo del la mulderselacomemania, esta buenisisismo

Rodion dijo...

¡la niñez es contagiosa! ¡cuidado!

° Marilyn ° dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Gabriela/undies dijo...

Los niños son el diablo. Por lo menos los desconocidos. Dímelo a mi que trabajo para ellos, ¡pfft! ¿quién lo diría?.
Si los niños supieran quienes están detrás del contenido de su barra infantil favorita (o revista o canal o programa o caricatura) dejarían de verla, o mínimo se pondrían a llorar.

Gabriela/undies dijo...

Marge: Los niños pueden ser muy crueles.
Bart: ¡¿Podemos?!
(suena un zape)
Lisa: ¡Aaaahh!

Sara dijo...

Que tonta es towers, gabriela

y cual es el verdadero nombre de petronila

Rafael Merino Isunza dijo...

Disfruté tu odio a los Pitufos con la misma energía que te repelen, je je je. Me debes mis posts, no te hagas. En la semana nos llamamos para el café.

Anónimo dijo...

ERES AMIGA DEL HUEVO, HUEVO PAPACITO!!!!

Lilián dijo...

Que la anónima (o anónimo gay) de aquí arriba supere su trauma ultra-gay.