The Reygadas Week

Con dedicatoria especial a Plaqueta, que lo odia.

El martes, Triquis y yo fuimos a la premiere de prensa de Luz Silenciosa. Aunque ya la había visto un par de meses atrás, y entonces me pareció poesía cinematográfica pura, esta vez me conmoví hasta las lágrimas durante secuencias enteras.

Reygadas iba a dar unas conferencias en la UAQ y en el Tec de Monterrey. Luego entonces: durante la semana pasada, todo tenía que ver con él.

Puedo entender por qué muchos odian Japón y Batalla en el Cielo. Ambas parecen pretenciosas, aburridas, efectistas, con ínfulas de arte, y sin argumento definido. Entiendo que entonces haya sido fácil etiquetar a Reygadas como un director provocador y sin talento alguno, salvo por su habilidad para filmar paneos larguísimos y escenas de gerontofilia y felaciones grotescas y sangre y tripas y paseos en el metro y una señora gordísima y mantecosa en pelotas.

También me parece lógico que la prensa lo etiquetara como un tipo fundamentalmente mamón y arisco.

Sin embargo, alguien en el foro de IMDB le dijo a otro, y no puedo evitar estar absolutamente de acuerdo, "Estoy seguro que una simple toma de Luz Silenciosa es más majestuosa que tu vida entera".

Lo que admiro de Reygadas, y voy a admirar siempre, es la valentía para cambiar de registro -que no de estilo- tan abruptamente. A mí me gustaron Japón y Batalla en el Cielo, aunque admito que no son filmes placenteros en el sentido convencional del término. Me gustó el tono hiper-realista, las metáforas sobre la redención, y el sentido religioso casi obsesivo. Sí, pero no son hermosas en términos visuales.

Luz Silenciosa es hermosa, probablemente la película mexicana más hermosa que he visto en los últimos 10 años. Aunque la premisa es absolutamente ordinaria, los personajes -aún cuando son arquetipos- tienen una profundidad impresionante (ver a Cornelio Wall como el atormentado Johan), y el preciosismo de las tomas justifica por sí solo los 142 minutos de paisajes chihuahueños con sonidos ambientales.

No es una apología de Reygadas. Sí, es un tipo cínico que contesta a bocajarro las mismas respuestas que le ha repetido a los periodistas desde que filmó su ópera prima. Todo lo que dijo en la conferencia ya lo había leído en innumerables entrevistas, incluso en periódicos como The Guardian, porque nomás no se cansa de las mismas metáforas y explicaciones. Pero por esta película lo admiro y lo defiendo, y no puedo estar de acuerdo con los que dicen que es un tipo inaccesible... O lo otro que puede parecer: un hijo de puta.

Pues un hijo de puta cualquiera no haria una pelicula como Luz Silenciosa.

Habiendo aclarado lo anterior, me justifico por las siguientes imágenes, que son prueba de que hay algo muy mexicano y muy naco en fotografiarse con "famosos".

1) Acá posamos después de tomarnos unas copas y discutir aquella frase que dijo alguna vez, sobre cómo siempre quiso ser ateo pero no podía "evitar creer". Oquei: no. Y no, no estoy llorando.

2) Acá se comprueba que somos almas gemelas que miramos al mismo punto en el vacío.

3) Acá quisiera que alguien me explicara por qué luzco como si me hubieran dicho que tengo que pagar el pinche IETU durante todos los días de mi vida.

4) Acá no podiamos evitar semiposar antes de que cualquier cosa sucediera, mientras el Reygadas guy contesta unas preguntas de mala gana