Llegué hace rato de una reunión/fiesta donde todos los presentes traían expansiones en las orejas, tenían el cabello largo, usaban playeras de calaquitas y escuchaban doom metal a todo volumen. Me sentí totalmente fuera de lugar. De haber estado en la preparatoria, la escena hubiera sido el pan de cada día.
Pero ahora se sintió un poco raro. Ignoro la razón. Más tarde me di cuenta de que probablemente el hecho de no haber tomado pizca de alcohol influyera en la percepción que me causaron aquellos metaleritos desgreñados que en el momento me parecieron muy 2001.
2002 máximo.
2003 con algo de suerte.
Ando enferma, cosa muy molesta en medio del Guadalupe-Reyes. El título no tiene nada que ver: nomás salió porque a los 16 años la vida es catastrófica y cada reflexión es decisiva y sentirse marginado es imperativo y el futuro es caótico e indefinible.
Hace rato escribí que la reunión ésta hubiera sido muy normal en mis años mozos (una vez me pinté el cabello de rosa mexicano, en abierta transgresión a la sociedad; también usé un piercing que se me perdió en mi cuartito de estudiante, y me caí de bruces en una tocada donde un tipo me dio una cerveza adulterada), pero luego me acordé que no, que a esa edad uno siempre se siente fuera de lugar. Los sitios sórdidos eran harto frecuentes, pero no se navegaba en ellos como pez en el agua. No: siempre se tiene que ir fingiendo que todo resulta muy natural y cómodo, y en el fondo rogar porque no se den cuenta de que se vive aterrado.
En la Prepa Sur había de todo, grupos y subgrupos: los fresas, los ñoños, los darquis, los jipis, los vaqueros (imaginar a una tipa que asistía a todas sus clases con una texana puesta y una botas puntiagudas que le restaron sensibilidad en los dedos de los pies), los deportistas, los nacos, los místicos, los reventados, los escatos, los indiferentes y los grises. Y luego (me gusta pensar eso), estábamos Fanny, Carlita y yo: lo más outcast de lo outcast. Marginación pura. Tan pura que no encajábamos exactamente con los jipis, ni los darquis... pero igual íbamos a sus reuniones y chocábamos las copas/vasos de unicel/botellas/caguamas y nos reíamos con ellos y luego fingíamos un gesto muy concentrado y anárquico, para no desentonar. Pero también hablábamos (está bien: hablaba yo) horas con los ñoños sobre Los Simpson y Star Wars y Condorito y las raíces grecolatinas.
En la reunión había un par de personas que no veía desde aquella época y fue ineludible intercambiar información sobre nuestros estados actuales: drogadicción, rehabilitación, espiritualidad y suicidios fueron algunos temas tocados.
Carajo: creo que tenía un punto cuando empecé a escribir, pero ya se diluyó.
Llegué a mi casa y me topé con un mail que me hizo reflexionar ampliamente sobre el año que ya está extinguiéndose lentamente como la última llamarada de una fogata en la que hemos asado nuestros bombones y nos hemos quemado las puntas de los zapatos en un momento de distracción etílica.
No planeaba que fuera el clasiquísimo texto reflexivo sobre el año que termina, pero así salió. Culpemos a la falta de alcohol y al exceso de enfermedad. Acá iría bien una frase así: este año estuvo loquísimo.
Y acá, un diagrama ilustrativo sobre el inexorable paso del tiempo:
Pero ahora se sintió un poco raro. Ignoro la razón. Más tarde me di cuenta de que probablemente el hecho de no haber tomado pizca de alcohol influyera en la percepción que me causaron aquellos metaleritos desgreñados que en el momento me parecieron muy 2001.
2002 máximo.
2003 con algo de suerte.
Ando enferma, cosa muy molesta en medio del Guadalupe-Reyes. El título no tiene nada que ver: nomás salió porque a los 16 años la vida es catastrófica y cada reflexión es decisiva y sentirse marginado es imperativo y el futuro es caótico e indefinible.
Hace rato escribí que la reunión ésta hubiera sido muy normal en mis años mozos (una vez me pinté el cabello de rosa mexicano, en abierta transgresión a la sociedad; también usé un piercing que se me perdió en mi cuartito de estudiante, y me caí de bruces en una tocada donde un tipo me dio una cerveza adulterada), pero luego me acordé que no, que a esa edad uno siempre se siente fuera de lugar. Los sitios sórdidos eran harto frecuentes, pero no se navegaba en ellos como pez en el agua. No: siempre se tiene que ir fingiendo que todo resulta muy natural y cómodo, y en el fondo rogar porque no se den cuenta de que se vive aterrado.
En la Prepa Sur había de todo, grupos y subgrupos: los fresas, los ñoños, los darquis, los jipis, los vaqueros (imaginar a una tipa que asistía a todas sus clases con una texana puesta y una botas puntiagudas que le restaron sensibilidad en los dedos de los pies), los deportistas, los nacos, los místicos, los reventados, los escatos, los indiferentes y los grises. Y luego (me gusta pensar eso), estábamos Fanny, Carlita y yo: lo más outcast de lo outcast. Marginación pura. Tan pura que no encajábamos exactamente con los jipis, ni los darquis... pero igual íbamos a sus reuniones y chocábamos las copas/vasos de unicel/botellas/caguamas y nos reíamos con ellos y luego fingíamos un gesto muy concentrado y anárquico, para no desentonar. Pero también hablábamos (está bien: hablaba yo) horas con los ñoños sobre Los Simpson y Star Wars y Condorito y las raíces grecolatinas.
En la reunión había un par de personas que no veía desde aquella época y fue ineludible intercambiar información sobre nuestros estados actuales: drogadicción, rehabilitación, espiritualidad y suicidios fueron algunos temas tocados.
Carajo: creo que tenía un punto cuando empecé a escribir, pero ya se diluyó.
Llegué a mi casa y me topé con un mail que me hizo reflexionar ampliamente sobre el año que ya está extinguiéndose lentamente como la última llamarada de una fogata en la que hemos asado nuestros bombones y nos hemos quemado las puntas de los zapatos en un momento de distracción etílica.
No planeaba que fuera el clasiquísimo texto reflexivo sobre el año que termina, pero así salió. Culpemos a la falta de alcohol y al exceso de enfermedad. Acá iría bien una frase así: este año estuvo loquísimo.
Y acá, un diagrama ilustrativo sobre el inexorable paso del tiempo:
Si hay algo que voy a extrañar de Querétaro una vez que me vaya... será eso. Ellas. Y qué importaba ser el marginado si apenas se sentía.
Y qué hago quejándome por el paso del tiempo a los 21.
Y qué hago haciendo preguntas sin signos.
¿Y su año? ¿Qué tal? ¿Dura, la nostalgia?
Y qué hago quejándome por el paso del tiempo a los 21.
Y qué hago haciendo preguntas sin signos.
¿Y su año? ¿Qué tal? ¿Dura, la nostalgia?
19 comentarios:
¡Chale, qué séntida y nostálgica! No beber te hace mal.
Cuando leo cosas como esta me siento un poco mal por publicar puras estupideces y no ser más reflexivo y profundo. Mmmm.
sabias que en esta epoca aumentan los suicidios?
bleh! a ti te sienta bien el tiempo... y lo mejor de las fotos es que... siguen siendo amigas! esas amistades como pocas! pasala super bien y reecuperate pronto ;)
chale pinche teclado... ah y me gusto la nueva imagen del blogz
Ah, mira, yo quisiera tener unas fotos así para recordaaar, aaaay...
Pero no tengo, y aaaay, también.
Saludos pa' ti.
Durisima
Ay Tocaya de que te quejas? si el paso del tiempo te sentó muy bien!
Sí perteneces a un grupo. Los misceláneos y hay setecientos millones en el mundo. Por eso eres como entre emo, equis y mustia.
mi año estuvo bien, correcto, para nada duro. quizá un poco de rudeza lo hubiese condimentado un poco más. aunque quizá la rudeza vino de parte de la locura que vivió la sociedad alrededor. pero ninguna pérdida en mi vida este año.
uno siempre quiere que el año que venga sea muchísisisisimo mejor que el que pasó. veremos...
en el 2002 yo vivi momentos muy especiales. de vivir en una zona que me quedaba a hora y media de mi lugar de estudios pasé a vivir a dos cuadras de mi lugar de estudios. ahora vivo a tres cuartos de hora de ese lugar, aunque ahora ya no voy allí.
y pues que me ha gustado el cambio de plantilla. desde que te visito este vendría siendo el tercer diseño que te veo.
siempre será divertido ver las fotos de cuando éramos más pendejos... en mi caso no he cambiado mucho, sólo unos centímetros más de estatura, unos kilos más y una que otra cana; arrugas... trato de no reirme mucho. jajajajaja.
revisando tu listado de blogs noté la mención al mío. mmmm. parece un axioma vital lo que pusiste ahí. creo que hay dos categorías de bloggeros: los que enlistan a los blogs por nombre de usuario y los que los enlistan por nombre de blog. lo cual me pone en una situación especial. ya que no me consideras por mis acciones (el blog) sino por el feedback que te he ofrecido a migajas. un honor estar ahí, aunque sienta mi blog inferior al de la saddest girl x ejemplo.
feliz halloween !!!
Pues cada año mas belleza chingao, saludos desde el DFcado.
Osea que si toooodo el tiempo hablo de los Simpsons eso me convierte en una ñoña...y yo que estaba orgullosa de entrar en la categoría de los equis.
Muy buenas tus reflexiones y muy buenos los smashing pumpkies...ah y muy buenas las foticos.
Saludísimos droga.
Outsider del outsider. Eso me suena mucho...
Este ha sido el año más intenso de mi vida. Punto. Y el más vacío. Y todavía no acaba. ¿Nostalgia? Asfixia.
Los años les sentaron bien a ti y a tus amigas. Presenta.
Fanny se puso buena, yo si le daba.
Jajaja, el comentario de los misceláneos, me lo voy a robar para usar en todas mis descripciones: "soy entre emo, equis y mustia".
El otro día (ayer por la tardebuena) descubrí que te pareces a Angélica María en el video de su película "Mi vida es una canción". Que sea tal descubrimiento mi regalo de navidad para ti, aww.
Salús.
chazzz awebo mija, esos tiempos son memorables jajaja. Estuvo chido el huateque de aquellos coolies days jaja. Chaz mija, se le va a extrañar un chorro cunado se vaya de puebletaro :'( buaaahh. Ya luego voy a echar helodias por allá kon ud, pa' visitarla jo jo :P.
Y gracias por el regalito de navidaT, se le quiere mucho mija, cuidese harto y... feliz ebriedaT jo, digo navidad jajajaja.
A riesgo de parecer salamero y a pesar de mi critica de vetarra precoz en el shoutbox, usté y sus alcachofas son como el vino tinto: mejora considerablemente conforme pasa el tiempo.
Prrrrt.
jaja che lilián!
me hiciste ponerme en estado nostálgico con este post, culpemos a las fiestas que nos ponen en un estado extraño...de cualquier forma, tenía que dejar mi mensajesote gay para decirte que se te va a extrañar un chingamadral cuando estés lejos pero te quiero un chingo y te visitaré cual plasta :P
Pues coincido ampliamente con varios de los comentarios: tu y tus amigas se ven mucho más guapas ahora que antes.
Y... no puedo dejar de decirlo... ¿presenta, no? =)
Un gran beso para ti!!
En especial los últimos 5 años... creo que cerramos capitulo este año y empezamos otro.
Estas nostalgias solo suponen cambios mayores y/o que tu no haz cambiado y todos los demás si.
Publicar un comentario