23 de noviembre de 2007

Otro post misceláneo

Ayer revisaba por curiosidad los borradores de mi bandeja de entrada y de pronto -como esos golpes azarosos que te hacen ver una escena pasada con más nitidez de la necesaria- me encontré con un correo electrónico recibido el 12 de julio de 2001... Yo tenía 15 años y el remitente, 16.

Lo anexo para saciar la curiosidad de los presentes, ejem:

>que pez por que ya no escribes chinga,  uno te tiene que escribir por que
tú bien gracias he...

>bueno mi pedo por fin acabe mi verano pots..
que pedo hay que organizar una fiesta el proximo fin no,: que te aguitas?... 
ha y gracias por asistir a mi invitación eso se te agradecera un buen 
laneta me caias muy bien ahora nada mas me caes bien
oye con una chingada cada cuando checas el correo:  
pues  que haces por aya espero no estes de huevona ponte hacer algo no! digo... 
por que con razon las mujeres son como son.

>Bueno ahora si el día eta de hueva. me invitaron a una fiesta mis vecinos
nadamas que estan un poco tontos 
no mames no se como tienen 14 años ca..
bueno ni pedo tendre que ir para no aburrirme aqui

>sale novemos dentro de 15 en polo para la fiesta espero
no me falles esta vez por que este fin te perdiste de una fiesta chida
aunque acabo un poco mal pero a mi si me divirtio 
valio la pena oye que no te aburres de estar en polo

>

>                                     atte. J.J.

>P.D.hable con tu hermano bueno no hable si no que el me contesto el telefono

Un mes después yo me mudaría a Querétaro y jamás habría de ir a una fiesta de este zopenco. O sí: una comida familiar en la que nos sirvieron un pozole insaboro y soporté estoicamente los comentarios mala leche de sus primas.

Nótese cómo al individuo en cuestión le preocupaba sobremanera la forma en que yo invertía mi tiempo libre en mi querido Polotitlán de la Ilustración. No imaginaba que es divertidísimo correr por las milpas frescas, saludar al lechero por las mañanas, perseguir a las hormigas en las banquetas, mirar las puestas de sol y quedarse embebido con un punto fijo en la pared durante cuatro horas seguidas.

Y, en resumen, me hizo recordar lo baboso que es andar hasta las chanclas por un sujeto igual o más imbécil que uno. Pero ah: la adolescencia.

En otras noticias...

Mi mamá siempre tiene refranes para toda la ocasión. Cosas como "si el perro ya probó la manteca, ni aunque le quemen el hocico..." y otras de gran utilidad. Ahora mismo yo tengo una genial para mí misma: "más rápido cae un hablador que un cojo". Ajá. Dije que no participaría más en los Metatextos Bis porque la "retroalimentación" (¿alguna vez la hubo?) consistía en meros comentarios con ínfulas de sarcasmo propios de tipos y tipas ma-mo-nes que se autonombran escritores. Pero, claro, vi que se mudaron a un dominio personalizado -el nuevo Metatextos- y que además el último ejercicio era en torno a los zombies, y ahí voy de zoquete a participar. Craso error.

Siento, en todo caso, mucha risa. Una risa similar a la que te provoca la contemplación de un tipo que afirma que la melodía que está en su cabeza es excelsa, pero que -digamos- no saber tocar la guitarra es una minucia. Gente muy linda que está convencida que importa más el fondo que la forma. Jum.

Por supuesto, si yo escribiera estos comentarios en el sitio, todos ahí me acusarían de "divismo". Pero, a mi gran Alá gracias, tengo mi propio blog y puedo hacerlo aquí. Tampoco me malinterpreten: hay ahí mucho talento, pero concentrado en unos pocos.


*********Aquí termina la parte ardilla del post*************

Bah. Les tengo otro truco bien loco. Abran un documento de Word y tecleen la siguiente combinación ultrasecreta:


=rand(200,99)

Opriman Enter... ¡y atérrense!

5 comentarios:

Don Rul dijo...

Jaja. Muy chido como siempre. Un besote.

Anónimo dijo...

Pinche post culero.

Anónimo dijo...

¡Qué pedo con la dieta del murciélago hindú!

¿Gracias a ella es feliz? ¿Gracias a ella es veloz? Nunca pude saberlo.

Tampoco supe qué demonios es el cardillo. El autor nos maneja esa incógnita hasta la última página y la deja así, abierta,

Por otro lado, es una narración muy plana. Sin embargo, en un momento dado, en la página 87 me pareció que el murciélago ya no era tan feliz; y eso le dio mucho suspenso: por qué fingía felicidad el murciélago. En la 143 dudé que fuera hindú y que realmente fuera murciélago.

El final, en la 265 es buenísimo: kiwi. No podía ser más minimalista.

Lilián dijo...

Wujú. Vino mi padre a mi blog y dijo que escribo de forma culera. No podría sentirme más orgullosa.

Felicitaciones por el análisis literario de tan excelsa obra. A mí también me pareció inescrutable, indescifrable y, por encima de todo, genial.

Anónimo dijo...

orale !

qué horripilante lo del word.

pues si te gusta escribir escribe nada más; no te fijes quien te preste lana... jajajaja. no sé qué quise decir. debe ser que me quedó rebotando en la cabeza la carta del chico de 16. acá los chicos de esa edad escriben en marciano.

y no tengo novedades para contar...mmmm pues el viernes pasado le di un beso a una gringa. pero estaba tan nervioso que no recuerdo si le besé la boca o el mentón. jaja.

qué culero, no?

(sudaca ignorante)

cheers !!