Dos pensamientos ligeramente ociosos surgidos segundos después de haber observado Proyecto 40 con cierto detenimiento

1.
En la última edición del Informativo 40 dieron el notición (tome nota) de una nueva asociación de mujeres exitosas y todopoderosas, que las creadoras definen como un “centro de inteligencia”. Uy. Entre las únicas conocidas figuran María de las Heras (la encuestadora que nos tuvo en vilo durante medio 2006... ¿y todo para qué) y Rosario Robles (a quien vi de cerquitas una vez en la facultad; piernuda la muchacha), además de otras expertas en estrategias de la comunicación y estudios de mercado sistémicos, entre otros conceptos babosos sacados de culebrones como ¿Quién se ha llevado mi queso?

Pero esto no es lo interesante, no. Lo interesante, lo genial, lo inverosímil, lo increíble, lo fantabuloso del asunto es el nombre de su asociación.

SOSTÉN

¿Buscaban identidad femenina, ilusas? ¿Por qué no mejor de una vez le ponen un nombre más explícito y sugerente? ¿Qué les parece Bragas?

BRAGAS: Bienes Recatados Afiliados al Gravamen Adjunto a la Soberanía.
(Bah: las siglas son estúpidas y poco moldeables)

2.
En su breve segmento titulado Estilos, una tipa flaca y repelente dijo:


- ¡Oh! Hoy vamos a hablar del Gansito. Sí... El Gansito cumple ¡50 años de vida! (y los ojos se le llenaron de lágrimas al decir esto).


Acto seguido: un tipo idiota leyó íntegro este artículo publicado en El Universal hace 80 días y comentado con anterioridad en este mismo espacio.

No es que piense que se lo hayan fusilado (tiendo a pensar lo mejor de cada quien y cada cual), pero como haya sido (el reportero se dejó sobornar por una jugosísima suma, por ejemplo) no deja de ser idiota.

Y eso que respeto muchísimo al Proyecto 40. Si lo viera le hablaría de usted y lo invitaría a tomar un café expresso sin azúcar. Pero, vaya, no nos pongamos vendas en los ojos.

¿Por qué tienen titulares idiotas?

Este comentario, que dicho por un hombre sonaría en extremo machista, dicho por mí (la persona más cortés que ha pisado estas tierras desde que Pangea se dividió en cinco partes) es absolutamente válido.


¿Por qué los directivos de Proyecto 40 van y le dan una oportunidad a tipas imbéciles? No deja de ser una chancecita, bastante visible por cierto, pero chancecita al fin y al cabo: yo le puedo dar una oportunidad a mi hámster de hacer mi tarea, pero eso no significa que pueda lograrlo. Uy. Equidad de género, apertura mental, liberalismo y corrección política. Aquí sí contratamos hembras y además están bien buenas, sí eñor. Pos no. Las pobres taradas no dan una.

Nota: Las que la mera verdad sí me parecen niñas babotas son unas cuantas que salen en la edición matutina, casi todas egresadas de licenciaturas en Comunicación y alguno que otro certamen Miss Interlomas. Especialmente, las encargadas de espectáculos y deportes y una que se da aires de investigadora me retuercen el hígado a unas horas en que no es conveniente retorcerse del hígado.

Esa Yuriria Sierra me arranca la carcajada todas las mañanas, aún al dar las notas duras. Muy talentosa la chica, también columnista del Excélsior. En cambio, esa tal Hannia Novell me da tirria nomás de oírla (aunque en el sitio oficial presuman de que es una "reportera de altos vuelos"... Naranjas qué)

Pero ¿a quién le importa? De vez en vez programan capsulitas en las que mi futuro esposo Xavier Velasco dice cosas harto inteligentes, que de tan inteligentes ya se me olvidaron.

Y todo se siente tan limpio, tan fresco, tan nuevo, ¿ves?