12 de agosto de 2010

La ciudad de los vientos


Escribo esta entrada desde Pittsburgh, en un café que se llama Beehive, atendido por muchachos con tatuajes y perforaciones que acomodan barras de dulce y cereal con canciones de Depeche Mode y The Smiths de fondo. Todo el inmobiliario es vintage, hay graffiti en las paredes, lámparas en las mesas, mensajes como "God didn't save Him" en el baño y una bicicleta colgada en la pared. Buena onda. Pero después escribiré de la ciudad de acero.

Chicago: muy caluroso. Ya no se encuentra a los mafiosos en la calle, pero sí en cambio un montón de jovenzuelos en short-shorts gritando "wahooo" en las aceras. Una noche me subí al John Hancock, uno de los rascacielos más altos, con la única finalidad de tomarme un martini y apreciar la vista nocturna de la ciudad. Mientras estaba sentada en la barra, con el cabello pegado a la frente por el calor y mis Converse llenos de lodo, me puse a charlar con una pareja de sureños que resultaron amabilísimos y muy entretenidos. Un cliché derribado.

Pero hay otros: desde que llegué al aeropuerto de Atlanta, donde hice escala, los encontré. La mujer afroamericana regañona, tronando los dedos mientras hacía puré a un flacucho que la escuchaba sin saber qué contestar. Una pareja de obesos con la piel enrojecida, cada uno usando viseras, comiendo McDonalds mientras ocupaban dos asientos con sus enormes nalgotas gringas. Decenas, cientos de "California gurls" usando short esquina calzón, rubias y con bronceados artificiales, mascando chicle y usando excesivamente la muletilla like. Y el paisa infaltable, con sus camisa negra larguísima, sus pantalones cholos y sus tennis de un blanco inmaculado.

Finalmente, en el aeropuerto Midway, me encontré al Fáyer Tony. Sobra decir que si en México siempre andamos hablando de pura tontera nerd hasta que nos sangran las gargantas, acá lo hicimos mientras caminábamos a morir por el downtown.
Algunas fotos para el disfrute visual:

Esta foto fue mi favorita. Chicago es la capital de la arquitectura.



En el famosísimo "frijol" -en realidad es una nube, según el escultor- donde, si se fijan, pueden apreciar al Fáyer tomando la foto.


En Navy Pier: espejos deformantes (que desde que las Mac existen ya no causan gracia).



Dos mexicanotes en Gringolandia, we.
(bueno, el Fáyer es legalmente gringo, we) (no te la esperabas, we).

El ojo que te mira.


Un chinguísimo de edificios "y así".


Más edificios antiguos y todo.


Saliendo de la estación de metro The 18th, en el barrio mexicano-ahora más hipster, tarán: carnitas de Uruapan.


El clásico teatro Chicago.


En un pinchurriento McDonalds en Navy Pier, como si jamás hubiéramos visto de esas bolas con electricidad.


Chicago desde el lago.


En la estación de metro afuera de Chinatown, sin darme tiempo a posar. Ese pinchi Fáyer es mal fotógrafo de turistas, ca.



Rueda de la fortuna feliz.



Morí de risa con esta advertencia en el refrigerador de las cervezas en un Seven-Eleven.

***

El Lollapalooza: esplendoroso. Pero ahí también hay varias aventuras, fotografías, videos y paseos felices en bicicletas en la noche que luego relataré. Chicago fue una aventura con lluvia, calor, sol, encuentros fortuitos en la calle (una tarde estábamos el Fáyer y yo sentadotes en una banca y en eso pasaron los camaradas de Chilango.com), conocencias prescindibles, encuentros imprescindibles, reencuentros (volví a ver a mi amiga Pau, que en 2003 se mudó a Chicago), largas caminatas por la ciudad y muchas conversaciones. Definitivamente volveré.

Espere en un siguiente post:

1) Pormenores del Lollapalooza. ¿Lady Gaga mostró su pene? ¿Es realmente Anand Wilder de Yeasayer el tipo más estúpidamente guapo del indie? ¿Los gringos se ponen muy borrachos como dicen? ¿Vi un ataque de epilepsia en vivo? ¿Me inventaron por lo menos tres nacionalidades diferentes? ¿Tuve orgamos auditivos continuos? Todo eso y más.

2) Mi tatuaje. Chancán.

3) Continuará.







14 comentarios:

L dijo...

que envidia por tu viaje. jaja, los cliches gringos existen.

Mujer Maravilla a la Mexicana dijo...

Hola extraña:

Me emocionó demasiado las Carnitas de Uruapan en Chicago.

Espero atenta los siguientes posts.

Luis Frost dijo...

¿y no hay tacos de verdad? seguro hay tacos de verdad en alguna parte.

Unicornio dijo...

Estimada Trotamundos LiliÁn:

Te ves linda, digo, feliz...

Qué bien que puedas ver, disfrutar y sobre todo, compartirnos tus experiencias en la "Ness-land".

Buenas fotos.
No me hables de carnitas (acabo de empacharme de carnitas y cueritos en una fiesta, mmhhh!)

Y... ¿¿supongo que (fíjate cómo he avanzado en esto de comunicarme con personas de modernas técnicas y dialectos contemporáneos de comunicación, eh?) lo de "we" en:

"Dos mexicanotes en Gringolandia, we.
(bueno, el Fáyer es legalmente gringo, we) (no te la esperabas, we)..."

...quiere decir:

"What Emotion!" ??
(¿o acaso "Who Ends"?)...

[¿¡NNOOO?! Aayyy... En fin, eso pasa por haber nacido en el siglo XV, ggrrr!]

Cuídese mucho y disfrute más. Esperamos noticias y fotografías muy a su estilo, con envidia de la buena, de parte del

Aprendiz de dialectos Unicorneado...

ge zeta dijo...

Qué bonito.

Anónimo dijo...

"@FCalleja ¿La Encrucijada épico? Un pinche bar naco con una banda naca tocando. Y chiquito. Y ya ni se llama así."

Pero si tu también eres bien naca, entonces por que desdeñas lo tuyo ?

P.D. Yo tambien son bien pinche naco.

Lilián dijo...

¿Y por qué chingaos La Encrucijada va a ser "lo mío"? ¿Cuándo la compré o qué? Tal vez tu comentario estaría un poco menos idiota si mi tuit hubiera sido "todos los bares de México son bien nacos, we".

Ya déjense de su resentimiento de clase, en serio. Vigilar la corrección política es de tiempos de la inquisición. Dan hueva.

Anónimo dijo...

Te vas a quedar de mojada?

Uvé dijo...

Chido tu viaje

La Rumu dijo...

MAMEEES! Que envidia, se ve que te la andas pasando de lujo.
Decepción: saber que ya no hay mafioso en Chicago. Demonios, a estas alturas ya no se me va a hacer ver a un Goodfella.
The horror: Is like, u know, like ice, but like blue (verídico).

ZuGab dijo...

¡Lilian!

¡Te acabo de ver hace veinte minutos en la Colonia Roma! ¡En un puesto de tacos!

¡¡¡Yo estaba en el puesto de al lado comprando unas flautas y llegaste!!! Me emocione mucho, me puse muy nervioso y me dio pena hablarte.

Cuando yo me fui estabas poniendole limon a tus pepinos y me dio pena interrumpirte (¿A quien engaño? Me dio pena hablarte).

¡Eres muy delgada! ¡Y estas bien guapota!

Lilián dijo...

Oh, por Alá, qué vergüenza sentí cuando leí tu comentario, ZuGab. Uno anda por ahí, en las fachas más vergonzantes, caminando por la colonia Roma y decidiendo comerse un taco para continuar con la travesía, y BOLAS: que alguien te está viendo en la oscuridad del anonimato.

En realidad, y NO ES POR JUSTIFICARME, tenía 40 minutos de llegar al DF. Llevaba como quince horas viajando, chilapastrosa, sin bañar, fodonga como sólo puede estarlo quien se pone sudadera y tennis y zaz. La verdad, lo primero que se me antojó fueron esos tacos de esa esquina de Oaxaca y Sinaloa. Son enormes -lo digo como hipérbole de su sabor. Ts. Juro que no siempre soy tan fodonga.

¡Saludos!

Gabrielle Luna dijo...

Señorita Lilian, como le va?? (el respeto ante todo...)
cuando le va a volver la (maldita) gana de escribrir en su blog???
Esto se esta entelerañando.

Saludos n__n
( de su muy respetuosa fan.)

ZuGab dijo...

Ajajajajaja.
Aunque digas que estabas fachosa, te veias bien bonita.
Saludos.