18 de octubre de 2007

Gente muy rara y acosadora

Ya ven que tengo mucha suerte con los acosadores.

Creo que los invoco.

Es como si dijera: “acosadores, ¡alejaos!” y ellos vinieran a mí y me persiguieran y me acosaran.

No puedo tener pretendientes normales. No. Tengo que tener acosadores. Como alguien cuyo apodo es Crocu y es muy motorolo y calvo de arriba y con cabello largo y que cada que me ve me toca el pelo y me dice que no le hablo porque tengo el cabello muy bonito y mientras lo hace mira un punto indefinido en el vacío.

En la bienvenida de mi facultad, *cierto* compañero tuvo la ocurrencia de presentarme a un amigo suyo que de lejos parecía persona normal y nadie por quien preocuparse. A medida que la charla avanzaba, confesó que desde un evento de dramaturgia en un museo me “había echado el ojo” y que, jijiji, traías unos zapatos cafés y una chamarra azul y el pelo así y asado y en un momento hiciste esto y luego lo otro, jijiji, qué coincidencia.


Aquí yo confieso que estaba un poco borracha y no noté nada de esto y hasta consentí que me acompañara a otra bienvenida esa misma noche y luego a mi casa y que al despedirnos, accidentalmente sus labios rozaran los míos.... No quiero ni recordarlo.

El suplicio comenzó temprano en la mañana: no debieron ser menos de ocho llamadas.
Y en la tarde. Y mientras estaba en otro lugar muy a gusto con otras personas. Y en la noche.

No desistió ni cuando le dije que estoy a punto de casarme de blanco en una iglesia barroca en el centro de Mixquic y que mi futuro esposo es un judicial que carga una metralleta de alto calibre en la parte trasera de su poderosa camioneta cuatro por cuatro, que casi siempre está ocupada por sus cinco perros Rottweiler que huelen a los extraños y les arrancan las articulaciones lentamente.

No.

In-sis-tió en ir conmigo a esto y no paró de hablar todo el tiempo a pesar de que le eché miradas asesinas. El jueves lo vi en un Oktoberfest de pacotilla en la facultad de al lado. Fingí que ya me iba. Treinta minutos más tarde volví a encontrarlo en otra fiesta a la que de seguro no estaba invitado (yo tampoco, pero eso qué) y cuando le dije que dejara de seguirme, me contestó: “¿Qué? ¿Te crees el ombligo del mundo?”

Y pues nos golpeamos.

Al final me dijo que no me sintiera tan culpable si le ponía el cuerno a mi “novio judicial” (recalco las comillas) y me sonrió como si estuviera a punto de convencerme. Yo había tomado muchas cervezas y aguas locas y todo me parecía muy simpático, así que no vi la necesidad de decirle que era el más grande PENDEJO del universo.

Hay más, pero en serio, en serio… No soy tan presumida.

Ay con estos acosadores.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajajajaja esos acosadores, verdad? Si k tienes pegue con ellos, lo que pasa es que eres muy agradable, chida, inteligente, etc. (no tienes la culpa).
Ah el famosísimo Kroku, todo un caso, solo hay que darle el avión o para sus chelas!!

Changos dijo...

Jo, el oktover fest. Lo mejor fue la banda aria de prietitos, el tipo de la gaita fue lo más comico que vi esa noche, nomás le faltaba la faldita.

Don Rul dijo...

La mar de divertidos tus dos más recientes pousts. Yo sería un estupendo acosador si no me ganara siempre la flojera. Tampoco me peleaba por holgazán (y porque no me gusta que me peguen).

Lilián dijo...

Ja, ja. Yo también vi la banducha. Grandes músicos, mucha raza superior a la nuestra y todo eso.

Pero si te juistes bien temprano, ¿qué no? O a lo mejor esa primera cerveza -de muchas- que me tomé me hizo ver visiones.

Bueh.

Me faltó decir que este acosador en particular habla como Habacuc el de Emtiví, sólo que sin su gracia.

Anónimo dijo...

—Vas a ver, te voy a acosar con mi mamá.

—¡Vas!

oruga_morada dijo...

Uhhh chaztres, que feo es eso de los acosadores mija pero el acosador suyo de ud que más me caga es el kroku, me cae que un día cunaod me ponga más mamey le voy a ir a partir toda su madre por querer robarme mi celular en mi jeta jajajajajajajajajaja y por uq eme cae mal su partido de dos centímetros de ancho jajajajaja

sale hay de ratón!

Anónimo dijo...

hola Lili, soy tu acosador internacional . ñaca ñaca ñaca.

eemmm... es broma.

me divirtió mucho esta entrada.
yo pensaba que sólo te emborrachabas para escribir en el blog :P

yo una única vez en mi vida fui pendejo con una mujer (ok, puede ser que haya controversia con la cantidad de veces pero no hay testigos de esas veces aquí) . pero siempre le he adjudicado la culpa a ella ya que la primera llamada que le hice se cortaba y ella estaba en medio de una orgía donde había mucho ruido y no tuvo la gentileza de devolverme el llamado. qué pendejos ambos nosotros.
bue... ahora estoy a punto de trasnochar.

Anónimo dijo...

nOoOo MAAAAA Liliii!!! KE PEDo KoN EL KRoKU-DAin!!! ja ja ja aaajale jaleaaa pOr ke nO me habias kOntadO esO??? ja ja tssss de segurO el edgardO te lO anda bailandO yaaauh!!! ja ja ja kamara ps Ahi luegO me kuentas tu aventura jaaa..chale nO puedO evitar reirme duh!
buenO ya me vOy y saka las chelas!