23 de julio de 2007

Tengo cierta buena suerte con los acosadores y otras personas raras

Por ejemplo el sábado, mientras disfrutaba apaciblemente del concierto de Lucybell (necesitaba un pretexto para nombrarlo sin sonar monotemática.... o demasiado fanática... o muy grupi... o terca... o, ya saben: "ridícula"), me sucedió algo muy molesto: junto a mí estaba un tipejo de lentes de pasta que abría muchos los ojos y se reía por cualquier motivo. En el traqueteo usual (y en el hecho de que en un momento determinado me abandoné a una danza ritual que involucraba movimientos circulares de cadera y cabezazos aleatorios) rozábamos los brazos, pero no de una forma que uno supusiera sugestiva. Pero en una de esas el mono me tomó del codo y me dijo que fuéramos, aunque nunca supe a dónde. Mi negativa fue contundente (le lancé la mirada más monstruosa de la que soy capaz, dije "Nooooo" con voz firme y me refugié junto al panzón descamisado que arrojaba cerveza a todo mundo, quien sin duda era una persona más decente), pero al poco rato el tipo regresó y otra vez quiso propasarse de esa forma imbécil y poco efectiva con su servilleta.

Nunca me habían acosado en medio de un concierto. No resultó. Se llama Juan y vamos a casarnos.

Lo bueno fue que después me hice de una amiga muy simpática y la plática fue harto agradable. Es muy bonito hacer nuevos amigos y tomarse de las manos y recorrer el arcoiris en primavera y comp
artir las coca-colas. Con Leslie llegué hasta adelante y casi la dejo sorda cuando celebré exaltadamente el hecho genial de que Claudio haya cumplido su palabra de caballero (en medio de la entrevista que les hice, ejem, surgió sin intención la petición de que tocaran cierrrrta canción que nunca tocan... ¡Y la tocaron!) (la verdad se estaba convirtiendo en un asunto de orgullo) (decía, con cada canción que acababa, "si la próxima no es Rojo Eterno me voy a enojar y luego de pasado el enojo, voy a llorar") (pero cuando la tocaron pensé "Sí, ¡la tocaron por mí, por mí, por mí!" y me dieron ganas de pararme en los hombros de Leslie y comunicarle a la concurrencia entera que esa canción la había pedido yo y que fue...) (pero no lo hice).

Dramatización de ese momento cumbre:


Claro que en la versión real los globos no eran tan grandes ni tan blancos.


Por cierto que me encontré al mánager y dijo que ya había leído la entrevista y que muy buena y que oye a qué hora vas por el pan. Los chilenos mienten agradablemente.

¡Ah! El título del post. En el camión se sentó junto a mí un jotín que hablaba solo.

Buenísimo concierto. Tocaron mis favoritas. Discutí broncudamente con mi carnala y dimos gran show en medio de la calle. Bien genial.

Pero fue un sábado bastante agradable. Por la tarde fui al Rufino Tamayo con Mario Flores (quien no es nada abominable como él mismo se presenta por la blogósfera, pero sí tiene mucho vello corporal) y comprobé que tiene toda la razón del mundo: los helados de higo son el invento más delicado y con más onda de toda la humanidad.

Ya hice las paces con mi carnala. No lloren.

¡Ah! Ese jotín que hablaba solo...

4 comentarios:

Don Rul dijo...

Espero la historia del jotín. Las de los conciertos ya no me prenden.
Tu letrerito de vuelve pronto es la neta. Es retro y burdo pero a la vez espiritual y muy sofisticado. Y los colores son una delicia. Deja busco mi copa martinera.

rogelio garza dijo...

pues se ve que hubo de todo en el concierto. nunca faltan idiotas que le arruinan a uno la diversión, pero vaya, al final se ve que te la pasaste bomba.

sin embargo, no te imagino discutiendo como dices con tu carnala... tú, haciendo drama en la calle? no te creo.

Triquis dijo...

Ay Droogie, no puedes dejar pasar la oportunidad de hablar de Luzbel, digo de Lucybell ¿verdad?...jajajaja. Que bueno que te hayas divertido, me da gusto por tí, porque se lo grupi que puedes llegar a ser...jajaja

Anónimo dijo...

JAJAJAJA SI K TIENES IMÁN CON LOS ACOSADORES EH!!
ES CIERTO, NUNKA FALTA EN NACASO K SE KIERE PROPASAR, PERO EN FIN, LO IMPORTANTE FUE K T DIVERTISTE!