Por ejemplo ahora, que tengo que sacarme un reportaje de la manga durante las próximas siete horas, considero que la desidia es hermosa y beatífica: he leído cosas innecesarias durante 120 minutos y visto el mismo programa dos veces, sin llegar a sentirme culpable en lo absoluto o con la sensación de que he perdido mi tiempo maravillosamente.
No he venido (¿pero con quién me justifico? ¿con el lector invisible que seguramente piensa "pinche Lilián, ya deja de andar tirando rostro y ven a actualizar, por amor de Alá"? ¿o es sólo una técnica blogueril inconsciente, la de andar pretextando por qué chihuahuas uno no escribe diario... como dando por hecho que los blogueros no tienen vida propia fuera de los límites cibernéticos de su propio blog? ¿es que estas preguntas son muy agresivas? ¿estoy reflexionando muy baratamente?) -prosigo-: No he venido porque esta semana ha sido bien explosiva. No explosiva en el sentido erótico que a mí me gustaría pensar, sino explosiva en el sentido me estoy partiendo el lomo, ay de mí del que tanto me gusta quejarme.
A mitad de semana me tomé un toro rojo (imaginar un toro rojo hecho bebida y luego la consabida alteración de los sentidos, como tener unas ganas irreprimibles de hacer aeróbics y luego sentarse frente a la computadora y escribir sandeces a mil por minuto y luego pensar "Oh, acabo de escribir una obra excelsa, presionemos delete y veamos qué pasa" y luego decir, en voz alta, en plena madrugada y con gente sana durmiendo a un lado, "Oh, maldición, acabo de hacer una estupidez, no merezco vivir, oh Alá, llévame contigo" y luego decir "Bah, durmámonos otra vez"). Al día siguiente, como no funcionara lo de la bebida quesque energética, probé sustancias ilícitas que me llevaron a un estado de éxtasis tal que en un momentado dado solté frases como "Tu cielo parece un cuarto" o "Buenas noches, señora" a plenas dos de la tarde.
Anoche nos mojamos hasta los calzones con la lluvia torrencial y eso fue chistoso: mojarse los calzones, jojojo.
Y en general he caminado muchísimo, recorrido grandeas distancias, zanjado empresas prodigiosas, trabajado a marchas forzadas y dormido mal y poco.
Espero que pronto llegue una semana en el sentido explosivo que sí me gustaría. Un momento, jijiji, deja ahí, oh oh oh oh, ldkjfldkfjld....
No he venido (¿pero con quién me justifico? ¿con el lector invisible que seguramente piensa "pinche Lilián, ya deja de andar tirando rostro y ven a actualizar, por amor de Alá"? ¿o es sólo una técnica blogueril inconsciente, la de andar pretextando por qué chihuahuas uno no escribe diario... como dando por hecho que los blogueros no tienen vida propia fuera de los límites cibernéticos de su propio blog? ¿es que estas preguntas son muy agresivas? ¿estoy reflexionando muy baratamente?) -prosigo-: No he venido porque esta semana ha sido bien explosiva. No explosiva en el sentido erótico que a mí me gustaría pensar, sino explosiva en el sentido me estoy partiendo el lomo, ay de mí del que tanto me gusta quejarme.
A mitad de semana me tomé un toro rojo (imaginar un toro rojo hecho bebida y luego la consabida alteración de los sentidos, como tener unas ganas irreprimibles de hacer aeróbics y luego sentarse frente a la computadora y escribir sandeces a mil por minuto y luego pensar "Oh, acabo de escribir una obra excelsa, presionemos delete y veamos qué pasa" y luego decir, en voz alta, en plena madrugada y con gente sana durmiendo a un lado, "Oh, maldición, acabo de hacer una estupidez, no merezco vivir, oh Alá, llévame contigo" y luego decir "Bah, durmámonos otra vez"). Al día siguiente, como no funcionara lo de la bebida quesque energética, probé sustancias ilícitas que me llevaron a un estado de éxtasis tal que en un momentado dado solté frases como "Tu cielo parece un cuarto" o "Buenas noches, señora" a plenas dos de la tarde.
Anoche nos mojamos hasta los calzones con la lluvia torrencial y eso fue chistoso: mojarse los calzones, jojojo.
Y en general he caminado muchísimo, recorrido grandeas distancias, zanjado empresas prodigiosas, trabajado a marchas forzadas y dormido mal y poco.
Espero que pronto llegue una semana en el sentido explosivo que sí me gustaría. Un momento, jijiji, deja ahí, oh oh oh oh, ldkjfldkfjld....
8 comentarios:
La desidia es la más dulce de las maldiciones. Cuando te vuelves maniático-obsesivo del trabajo la extrañas más que nada en el mundo. Y lo mejor de lo mejor es postear para evadir la responsabilidad.
¡Guau, un comentario de Plaqueta!
Yo no soy desidioso ni dejo las cosas para después, yo lo que hago frecuentemente es postergar los pendientes para momentos de mayor inspiración, aplazar los quehaceres para horas de mayor lucidez, sustituir la vulgar acción por la reflexión y la meditación.
Los gringos tienen toda una teoría la respecto: procastination. Un día de estos la buscaré en google.
La desidia es la única forma válida de existencia: abres una ventana hacia el azar y dejas que la vida te lleve.
Lo contrario, esforzarse para llevar tu vida hacia algún lado es un despropósito.
Uh, me cae que soy bien pro. La mismísima Plaqueta vino a dejar un comentario en mi bló, uh uh uh. Pero sí: soy desidiosa y es mi maldición, mi cruz, mi sino (¡ay!).
Don Rul: Claro, la famosa procastinación. Ellen Degeneres tiene un excelente monólogo al respecto, a lo mejor youtubeando lo encontramos.
Escritor de Clóset: Estoy de acuerdo. Suelo estirar mis posibilidades hasta el límite de lo imposible, de modo que de pronto me encuentre en un callejón sin salida y con una única opción, que siempre es la peor.
Y todos: ji, al final ni lo hice. Lo mandaré por mail al rato... eh... sí... al rato.
Ke onda?
Oye pues ando por aki por ke era ABSOLUTAMENTE necesario que viniera a felicitarte....
ATINADÍSIMO tu comentario de mi blog.. no no no... mentes como tu hacen falta en este país!.
es que TIENE que ser una broma!!!
jajajajaj no mams.... te amé por eso!
pasando a otras cosas.... pues igual y si te pareces tantito al tipo del post siguiente eh!! ocupa mas delideador que tu, pero hazle a la lucha XD
Lo que pasa, es que eres adicta a la adrenalina.
Eso ni es.
dont guorri bi jipy!!
me sorprendió el significado etimológico de la palabra 'desidia'. quiere decir: prodigo en deseos, curioso, no?
:) saludos desde los pirineos.
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