Me encuentro en un dilema moral. Por un lado, mi creciente devoción hacia Alá me obligaría a repudiar la pena de muerte imputada a nuestro líder espiritual Saddam Hussein. Por otro, se me antojan unos tacos al pastor.
Yo imagino que la cosa fue como sigue:
Opino que le pongan "Las Golondrinas" y se callen nomás...
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